La Jornada.
México 16 de marzo de 2006.
Es notable la continuidad de Salinas y Fox: en relación al manejo bancario (IPAB-Fobaproa), el agua, el agro y energía, el sexenio foxista siguió el recetario socialmente explosivo del FMI-Banco Mundial-BID, implantados por Salinas-Zedillo, cuya "política agraria" y "reforma" al 27 constitucional desgarró el tejido social de la nación, agredió a la población indígena y campesina y desembocó en la mayor crisis de la agricultura mexicana desde 1910. Salinas, además de usurpar la Presidencia, dejarnos sin bancos y vender más de mil 200 empresas públicas, muchas operando con números negros, despojó y lanzó a la calle, a las ciudades y a la frontera norte, a millones de mexicanos, provocando una vasta desestabilización que afecta al país y su relación migratoria con EU. Para contener la explosividad que se generó, el BM elaboró el Procampo, un programa que nació, según los asesores de la embajada estadunidense, "como un instrumento creado a la luz del TLC para opacar el dolor del campesinado (ante) un mercado abierto... la (orientación)... del campo hacia el sector privado ha tenido consecuencias abruptas y catastróficas para la población rural mexicana, que pocas posibilidades tiene de modernizarse para competir en el marco del TLC". Salinas pontifica sobre "estabilidad"desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Pero los asesores del embajador advierten que su política agraria contribuyó "a fomentar la inestabilidad social y, por lo tanto, a impulsar" movimientos guerrilleros.
Después de que De la Madrid modificó en 1983 la Constitución para descentralizar a estados y municipios los servicios de agua potable y drenaje, la "reforma" de Salinas al 27 constitucional permitió otorgar a extranjeros concesiones de explotación de agua, mientras la Ley de Aguas de 1992, por su parte, facilitó su explotación, observándose desde entonces la privatización de 20 por ciento de la explotación del vital líquido en favor de multinacionales como Suez-Ondeo (con) Peñoles, Vivendi-Veolia (con) ICA, Biwater, Herat Tech Inc, Aguas de Barcelona y su subsidiaria Inter Aghar, entre otras, según datos recabados por M.Barlow y T. Clarke ("La Lucha por el agua en América Latina", 2004; citados en Proceso, 12 de marzo de 2006, pp. 56-61). Al abrigo de Fox, el BM-BID y el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) crean el Programa para la Modernización de las Sociedades de Administración del Agua (Promagua) con un cañonazo de 250 millones de dólares de la Federación y el BM para acelerar la privatización de la distribución del agua y el control de los servicios acuíferos de los centros urbanos más importantes y zonas turísticas "dejando al gobierno los municipios menos poblados y, por lo tanto, mucho menos lucrativos" (p. 60). Ahora, esas grandes multinacionales se aprestan, por conducto del cuarto Foro del Agua, a promover sus operaciones todavía de manera más agresiva (Coca-Cola quiere aumentar el control de fuentes de agua en Chiapas, principal zona de recarga acuífera de México), que ya causan malestar por abusos en tarifas, deficiencias en servicio, etcétera.
Con la privatización y extranjerización de la gestión del vital líquido Salinas y Fox juegan con lo social y políticamente explosivo y con la soberanía, ya que su paquete entreguista incluye la infraestructura relacionada, presas, acueductos, hidroelectricidad, alcantarillado, sistemas de distribución, plantas de tratamiento y potabilización, vitales para la seguridad nacional mexicana por el stress acuífero de grandes regiones y sectores de la población, rural y urbana. En Agua y seguridad nacional (Debate, 2005), Gian Carlo Delgado ofrece un encuadre histórico-conceptual y una investigación de primer nivel, necesaria para el análisis serio de una temática urgente y crucial para el país. La gestión del agua es un asunto que, como el de la energía, el petróleo y el agro no deben dejarse en manos de mercachifles en hábito de servidores públicos. Dedicados a los negocios de "la compra-venta de México" y ante un escenario electoral adverso, despotrican desde Los Pinos o del MIT, contra quien cuestione sus transas en los jugosos negocios de los energéticos y el agua. Salinas y Fox siguen dedicados a servir a quienes hacen grandes negocios por medio del "acceso, gestión y usufructo" de esos recursos "en un mercado global", provocando, por medio del BM-BID-BERD, una catarata de proyectos y contratos para privatizar petróleo y agua, como se ilustra en Imperialismo económico en México (Debate, 2005). Son recursos vitales transformados por Salinas y Fox en una explosiva y delicada oportunidad para la rapiña empresarial.
A decir de Gérar Mestrallet, director ejecutivo de Grupo Suez, una de las mayores empresas del ramo, "el agua es un producto eficiente... es un producto que normalmente sería gratuito, y nuestro trabajo es venderlo. Pero es un producto que es absolutamente necesario para la vida" (p. 99). El cuarto Foro Mundial del Agua es un operativo dedicado a promover el lucro con lo que es central para la paz social, por ser "absolutamente necesario para la vida".
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