viernes, 20 de julio de 2007

El contexto


John Saxe-Fernández

La Jornada, México,
19 de julio de 2007


Al analizar los actos protagonizados por la derecha panista de cara a los atentados contra gasoductos de Pemex, atribuidos al Ejército Popular Revolucionario (EPR), y el affair Ye Gon, que amenaza con minar la justificación oficial de las campañas antinarcótico y antiterrorista usadas, como en Estados Unidos y Canadá, para instaurar un Estado policial-militar, recordé la obra del escritor siciliano Leonardo Sciascia (1921-1989) que combinaba el relato policial con el magistral análisis de las relaciones de poder, la omnipotencia de la mafia, la corrupción política, en relatos que el lector tiene que desenmarañar.


En El contexto (Brugera, 1971) Sciascia enseña cómo en toda indagación sobre la violencia individual o política hay que atender a los procesos, al fluido de acontecimientos desde los cuales se desprenden los hechos (p. 53), sea un acto de corrupción política en la Italia de su tiempo, o el descubrimiento de más de 200 millones de dólares en una casa del empresario Zhenli Ye Gon. Es un flujo al que se agrega: 1) que Dick Morris, publicista y operador de la guerra sucia en las elecciones de 2006, fue contratado de nuevo por Calderón para tapar el affair Ye Gon y, según AMLO, "es quien recomendó que las explosiones de Pemex" se atribuyeran al EPR, y 2) que Ye Gon reveló que "estos son y fueron fondos secretos del partido político (PAN) usados para la campaña presidencial mexicana, para comprar armas y financiar actividades terroristas", lo que deja muchas preguntas que exigen una investigación seria sin evadir asuntos centrales como: ¿a través de qué mecanismos y con quiénes se acumularon tantos millones de dólares?, lo que nos remite a los oscuros entramados del poder, el narcotráfico y la "seguridad nacional".

A partir de un sólido análisis de Carlos Fazio (La Jornada, 16/7/07) sobre la violencia "en sus dos variables, estatal y revolucionaria" se detecta que el fracaso de la "guerra antinarcóticos" desatada por el régimen para generar capital político, con más de mil muertos en los primeros cinco meses del año y un visible desgaste del Ejército, permanece como "carta de juego", pero se la desacelera y se pasa, sin dilación, a jugar la carta "antiterrorista" para persistir con la represión, desarticulando la oposición político-electoral, criminalizándola junto a un amplio espectro de movimientos sociales y para impulsar operaciones de "integración profunda" con EU y Canadá.

De comprobarse su veracidad, el affair Ye Gon es un ejemplo sobre el modus operandi del financiamiento subrepticio de operaciones clandestinas de provocación-represión como las que ocurrieron en los comicios del año pasado. El caso Irán-contras muestra que no es nuevo el uso de agentes privados para garantizar la independencia financiera y autonomía operativa de grupos clandestinos, como los Proactive, Preemptive Operations Groups (P2OG), auspiciados por el Pentágono, cuya misión se centra en la manufactura de actos terroristas. Se trata de la "estrategia de la tensión" a la que es adicta la derecha. Y no es ficción: el relato de Sciascia dejó de serlo tan pronto Giulio Andreotti reconoció el uso de esa "estrategia" (asesorado por la CIA, el Pentágono y la OTAN) consistente en asaltos, balaceras, incendios, ataques terroristas, etcétera, realizados por, o atribuidos a brigadas "rojas", para justificar la represión de fuerzas progresistas.

La sospecha de su uso aquí es mayor porque el sabotaje contra Pemex se hizo al estilo del 11-9, en medio de una inexplicable pasividad de los dispositivos disponibles para evitarlos, y cuando ya Calderón había solicitado "ayuda" a Estados Unidos para el Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal (CFAF) -establecido por decreto para coadyuvar "en el combate a la delincuencia organizada y aquellos actos que atenten contra la seguridad nacional, además, apoyará la restauración del orden". Iniciativa bien recibida por un Bush devastado en política y en las encuestas, que arrastra a la derecha al fracaso en 2008. Como para recomponer el panorama, ayer el Pentágono advirtió sobre inminentes y devastadores ataques terroristas en Estados Unidos.

Por todo ello conviene indagar sobre la vinculación entre los ataques a Pemex y el "antiterrorismo" remozado de Bush y Calderón, y lo que se "devele" sobre los orígenes y destinos de los 205 millones, entre otras razones porque las "fuerzas especiales" tipo P2OG operan de manera autónoma. Esa "independencia", a decir de M. Chossudovsky, está en la naturaleza misma de la operación encubierta, "en la que el asset no está en contacto con su promotor ni es necesariamente consciente del papel que juega a favor de quienes lo auspician". En este "contexto" cobra significado el apoyo de Rice al CFAF, cuando dijo que "... la relación con México es amplia, pero obviamente la seguridad ha tomado un papel mayor..." Se trataría del encadenamiento de actos terroristas para afianzar a la derecha en el poder e inducir la "integración profunda" México-EU-Canadá, impulsada por el Foreign Relations Council y la ASPAN, con graves riesgos para el futuro soberano del país.

jueves, 5 de julio de 2007

EU 2008: ¿otro putch?


John Saxe-Fernández

La Jornada.
México, 5 de julio de 2007.




Por medio de una operación de espionaje, la semana pasada la camarilla de Bush dio la señal de arranque a la campaña para mantener la presidencia imperial bajo la égida neoconservadora, es decir, de la ultraderecha militar. Así lo percibió Fidel Castro al comentar en Juventud Rebelde la desclasificación por la Casa Blanca de 700 páginas de los archivos de la CIA que relatan algunas de las peores acciones secretas de terrorismo de Estado perpetradas en ultramar entre 1953 y 1973, incluyendo operativos de desestabilización de varios gobiernos e intentos de asesinato contra el líder cubano. Es "notorio" que el gobierno "que menos documentos ha desclasificado en la historia de EU y que incluso inició un proceso de reclasificación de información previamente desclasificada, tome la decisión ahora de hacer estas revelaciones", advirtió Castro, agregando que ante un creciente rechazo de la opinión pública, el gobierno de Bush quiere mostrar, "en los preámbulos del proceso electoral, que las administraciones demócratas fueron iguales o peores que la de Bush".



En febrero 2007 y en sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Zbigniew Brzezinski, connotado académico anticomunista de la guerra fría y ex asesor de seguridad nacional, planteó como "escenario plausible para un choque militar con Irán", "alguna provocación en Irán o un acto terrorista en EU imputado a Irán, que culminaría en una acción defensiva de EU contra Irán..." Estas asombrosas declaraciones, ignoradas por el New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal -sólo las divulgó Ap-, implican la existencia de instrumentos clandestinos de corte "terrorista" disponibles para ser usados "al placer del presidente", "dentro" o fuera del país. No es novedad. Documentos secretos previamente desclasificados muestran que en 1962 el Estado Mayor Conjunto de EU "para legitimar una guerra contra Cuba" elaboró un programa conocido como Operación Northwoods, consistente en atentados terroristas en territorio estadunidense contra su propia población. El documento revela que se trataba de "una serie de atentados con víctimas estadunidenses, civiles y militares, para movilizar la opinión pública contra Fidel Castro". La planificación, que incluyó un atentado contra un barco de guerra estadunidense y un secuestro aéreo, del tipo perpetrado décadas después, presuntamente por Al Quaeda y Bin Laden el 11 de septiembre de 2001, fue vetada por el presidente Kennedy.



Al respecto M. Chossudovsky (America's War on Terrorism, globalresearch.ca) recuerda que Al Qaeda , además de ser asset del aparato de inteligencia, fue apoyada por el Pentágono, la CIA y la OTAN en la guerra de los Balcanes, en los operativos de desestabilización étnica contra la Federación Yugoslava y que Bin Laden fue el principal operador y contratista de la CIA en la campaña contra la URSS en Afganistán.


En medio del desplome de Bush en las encuestas, el hundimiento militar en Irak y el espionaje doméstico, abundan las defecciones hasta de republicanos conservadores. El alcalde Bloomberg, de Nueva York, se separó del Partido Republicano y los candidatos republicanos a la presidencia se distancian de Bush et al: cualquier cercanía acarrea costos electorales. También se dio una real estampida de conservadores en torno a la Ley Migratoria. Al colapso de Bush en las encuestas, con índices de aprobación cercanos a 25 por ciento, se agrega que 56 por ciento de la población de EU opina que las tropas deben retirarse de Irak "tan pronto sea posible". Encuestas del Pew Research Center (International Herald Tribune, 27/6/07) indican que desde que Bush asumió la presidencia (2001) declinó la confianza en el "liderato" estadunidense aumentó el rechazo a su unilateralidad militar y al antiterrorismo. Igual opina la gran mayoría de la población de los países de la OTAN. Por la masacre y ocupación en Irak y la bestialidad en Guantánamo y Abu Ghraib se desplomó la imagen mundial de EU y el apoyo a la guerra antiterrorista.



El rechazo a la unilateralidad militar de EU es de 90 por ciento en Suecia, 89 por ciento en Francia y de 70 por ciento o más en Inglaterra, Bulgaria, República Checa, Alemania, Rusia, Eslovaquia y España. En Turquía el apoyo a la política exterior de EU bajó de 52 por ciento, antes de la ocupación de Afganistán por EU-OTAN a finales de 2001, al actual 9 por ciento.



Paralelo a este desmoronamiento y como tabla de salvación ¿providencial?, resurge con vigor el terrorismo acompañado por el impulso oficial a una atmósfera de pánico e histeria. Quizá la inducción-provocación de ataques, dentro y fuera de EU ( ya ocurre en Inglaterra), podría rescatar las fortunas de Bush et al, aunque, como se observó en la España de Aznar, otro putch, estilo nazi, puede crear un bumerán electoral.