viernes, 19 de septiembre de 1997

El Istmo: Amnesia Histórica y Geopolítica

John Saxe-Fernández
Documentos de Contexto
Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Unidad Golfo.
Xalapa, Veracruz, 19 de Septiembre de 1997.

Desde Baja California hasta el Istmo de Tehuantepec están en marcha esquemas de privatización que en los hechos conllevan, operativamente, un "manejo binacional" (México-EU) de los recursos económicos desplegados en el territorio mexicano. Mientras el desmembramiento de los FNM en varias empresas "regionales" se ha concretado en el otorgamiento de concesiones de corte neocolonial (50 años, renovables otros 50 años), al crearse empresas en las que participan algunos connacionales privilegiados y varias ferrocarrileras estadunidenses, algo similar se está haciendo en la CFE junto con un vasto conjunto de obras de infraestructura a lo largo de la frontera norte que incluyen (en medio de la más dramática xenofobia y la construcción de "muros"), la interconexión eléctrica y de los ramales "transfronterizos" de carreteras y gasoductos.


AHORA, desde el gobierno y la academia se promueve la pronta privatización del Ferrocarril del Sureste y se afirma a la opinión pública que la extranjerización de un "canal seco" —ferroviario— entre Coatzacoalcos y Salina Cruz no constituye amenaza a la soberanía o a la "seguridad nacional", esto último, algo irresponsablemente si se tiene presente la colindancia del "megaproyecto" con la zona de insurgencia zapatista en Chiapas y las partes de Oaxaca donde opera el Ejército Popular Revolucionario. El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Carlos Ruiz Sacristán, nos asegura que no se va a poner en peligro la soberanía nacional, porque ..."la inversión extranjera será de 49% para la vía férrea y 51% mexicana". Enfático, el secretario alega que el del Istmo no es un proyecto desnacionalizador "ni tendrá como objetivo sustituir al Canal de Panamá". Algo parecido ha estado expresando el gobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco, quien parece muy entusiasmado con 140 proyectos en la construcción, el servicio del transporte de carga multimodal y la operación del sector ferroviario, así como en actividades mineras, de pesca, turísticas y forestales. Entre las empresas interesadas se menciona a CSX Transportation, Genese & Wyoming, MK Rail, Transurb Consult, Union Pacific Railroad, General American Transportation, Illinois Central, Burlington Northern & Santa Fe, Railroad Development, South Orient Railroad y Southern Pacific Mexico, las que manejarían el negocio "binacionalmente", ya que también están interesadas en participar empresas como Tribasa, Grupo Mexicano de Desarrollo, Grupo Acerero del Norte y Servicios Industriales Peñoles, entre otras. Paralelamente, desde El Colegio de México y del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey se nos advierte que, de no tomarse una decisión política decidida y pronta en la privatización ferroviaria del Istmo, perderemos el tren de la modernidad, pues "hay otros proyectos en marcha, en Nicaragua, Panamá y Colombia, de similar magnitud y que serán un fuerte competidor para México". Una "lógica" que no deja de ser llamativa, pues, desde la SCT, Sacristán, simultáneamente, nos asegura precisamente que el objetivo no es sustituir al Canal de Panamá ni poner en peligro la soberanía nacional.


LOS asesores del más reciente embajador de Estados Unidos en México no tienen tanta dificultad en apreciar las ventajas geoestratégicas de que sean sus empresas las que se encarguen de tomar ventaja del enorme valor del Istmo, algo íntimamente vinculado con la privatización de los complejos petroquímicos. Después de todo, a diferencia de la situación centroamericana, Tehuantepec forma parte de la región desde la que se procesa 40% del petróleo mexicano y 80% de los petroquímicos de la que es, además, una de las principales reservas petrolíferas del mundo.