jueves, 21 de febrero de 2013

Ecuador: transformación y enroque
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 21 de Diciembre de 2012.
La reforma estructural del poderoso sector financiero (SF) que en sentido estricto del término realizó el gobierno de Rafael Correa desde el inicio de su gestión en enero de 2007, amerita especial atención tanto por el papel que ha jugado ese enfoque en el afianzamiento de las bases sociales del régimen, en medio de la mayor crisis económico-financiera registrada desde los 1930, como porque la restructuración del SF mostró a la región y al mundo que hay alternativa –y enroque– ante el recetario macroeconómico, procíclico, desregulador y vulnerabilizante articulado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos desde sus entes subrogados: FMI-Banco Mundial-BID.
Antes de las recientes elecciones una encuesta Gallup informó de la elevada popularidad de Correa por sus logros sociales y económicos. Una gran avalancha de 56% del voto confirmó y rebasó a Gallup.
¿Qué hizo el gobierno de Correa para abatir los efectos de un desplome económico global equiparable a la Gran Depresión y que J. Bellamy Foster y Fred Magdoff llaman La gran crisis financiera (FCE, 2009), fomentar el bienestar, reducir la pobreza y el desempleo en la forma más efectiva registrada en la región? Más aún, ¿cómo enfrentó un país que no cuenta con moneda propia, el gran shock sufrido por la caída en 2008 de 79 por ciento del precio del petróleo que representaba 62 por ciento de las exportaciones y 34 por ciento de los ingresos fiscales?
Agréguese que eso ocurrió en medio del desplome de las remesas, vitales a la balanza de cuenta corriente, por el colapso económico y del empleo en EU –y España–, principales destinos migratorios de los ecuatorianos. Respuestas concisas a estos interrogantes son ofrecidos en un sustancioso estudio de M. Weisbrot, J. Johnston y S. Lefebre, del Center for Economic Policy Research, Washington DC (www.cepr.net).
Considerando además que la dolarización, anunciada en enero de 2000 por el entonces presidente Jamil Mahuad, conlleva limitaciones en el uso de instrumentos para ajustar la masa monetaria e incidir sobre la recesión y el no contar con una política cambiaria propia, Weisbrot et al aciertan al afirmar que de haber aplicado Correa el recetario fondomonetarista –como lo hicieron los torpes hacendistas de Calderón– Ecuador se habría hundido en el estancamiento y deterioro más profundos. Parte del legado de los hacendistas neoliberales, de los Gurría/Carstens –y Calderones– de este mundo es que a diario 30 mexicanos mueren de hambre.
La historia económica está repleta de ejemplos sobre lo crucial de la banca central en la concatenación de eventos que se registran en tiempos de fragilidad económica, de euforias y colapsos bursátiles, como los de hoy. Así lo puede constatar quien lea el magistral Lords of Finance de L. Ahamed (Penguin, 2009) sobre el papel de banqueros y especuladores –como él–, en el torrente de eventos entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
En ese contexto vale revisar el papel de Greenspan y sucesores en la Reserva Federal así como el de los encargados del Tesoro, de Robert Rubin al recién nombrado Jack Lew, ambos vinculados a actividades especulativas que desplegaron, con gran beneficio personal, desde Goldman Sachs y Citigroup. Los hedge funders proliferan en medio de la desregulación y eso lo sabe Carstens en calidad de gobernador del Banco de México (BdeM). Pero mientras acá se mantienen los lineamientos del Tesoro y Calderón procedió a desmantelar todo vestigio de independencia del BdeM sustituyendo a un incómodo Ortiz Mena por un fiable Carstens, en Ecuador se tomaron medidas para incorporar la banca central al ejecutivo, pero enfatizando su transparencia, rendición de cuentas y desde esa base, regular las tasas de interés. Se colocó la banca central al servicio del interés público nacional y no de la oligarquía.
Carstens, en medio de la vulnerabilidad desreguladora y del programa procíclico que apoya, está nervioso por los riesgos especulativos. Dijo que por ahora descarta que se esté formando una burbuja que en su momento pueda presentar una vulnerabilidad importante (La Jornada 14/2/13 p.31). Ese por ahora es de lo más significativo: se pronuncia en medio de gran flujo golondrino. En Singapur reconoció que la entrada masiva de capitales a los mercados financieros de la periferia comenzaba a formar una tormenta perfecta, y luego agregó que en México no estamos en esa circunstancia. ¡Menos mal!
Luego del patético catarrito importa mucho revisar la reforma estructural del SF ecuatoriano y tomar medidas: allá se fortaleció el mercado interno, los de mayor ingreso pagan más al fisco, se regulan los flujos de capital al exterior con impuestos, se instituye un fondo de contingencia bancaria sufragado por la misma banca (evitando Fobaproas) y un coeficiente de liquidez doméstica que exige a la banca mantener 60 por ciento de sus activos líquidos en el país.
Ante la tormenta que se avecina, es hora de enrocar.

jueves, 7 de febrero de 2013

Pemex: demolición en curso
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 7 de Febrero de 2013.
Qué pasó?, vamos a determinarlo; vamos a encontrar la verdad, si fue un accidente, una imprudencia o un atentado, lo que sea. Así sintetizó Murillo Karam, titular de la Procuraduría General de la República el estado de situación hasta el primero de Febrero, de la enorme explosión en el edificio B-2 de la sede de Pemex, un evento que, hasta el momento de escribir estas líneas, había causado 33 muertos, una centena de heridos y el colapso de tres niveles de esa torre –incluido el sótano. (La Jornada, 2/2/13, p2). Esperamos con sumo interés los resultados de la investigación, porque ocurre en el contexto de una larga secuencia de procesos técnico-administrativos, fiscales y presupuestales, encaminados, como se dice en documentos del Banco Mundial, a llevar Pemex a un punto de venta; es decir, a la extinción sustantiva, operativa, de la nacionalización petrolera.
Escribo desde la Facultad de Economía de la Universidad Central de Ecuador, en Quito, afectado por la pérdida de vidas y la magnitud de lo ocurrido. Aquí presenté un estudio inicial sobre la naturaleza y características de la explotación en Estados Unidos del gas y petróleo no convencional (de esquisto, lutitas, shale) etcétera) sus devastadores efectos sobre la salud, fauna, flora y clima; sus fuertes impactos sociales, políticos y estratégicos que ha precipitado en los últimos años. La intención es aprender de lo ocurrido en Estados Unidos para derivar lecciones para Nuestra América, desde la cuenca de Burgos en el norte de México a Neuquén, Argentina.
El fenómeno se vincula de manera directa a lo dicho por AMLO a fines de enero, cuando advirtió que la amenaza de privatización de Pemex, reiterada por la cúpula priísta, es algo gravísimo y que convocaría a una movilización nacional y resistencia ciudadana pacífica contra el despojo. En el contexto de los cambios que se observan en la explotación de gas y petróleo, convencional o no-convencional y la ofensiva desde las grandes petroleras encabezadas por Exxon-Móbil, Chevron-Texaco et al, es mejor atender ese llamado. Se arriesga mucho más de lo imaginable. Dadas las características técnicas de la explotación del shale utilizando la “fractura hidráulica o fracking (fracturahidraulicano) la instrucción de Peña Nieto a los diputados del PRI de dar prioridad a la participación de la IP en el gas shale conlleva, literalmente, la demolición de gran parte del territorio nacional, según mapas acreditados e investigaciones geológicas realizadas, por la Agencia Internacional de Energía del Departamento de Energía de Estados Unidos. Quienes en prensa y academia repiten la versión del cabildo fósil de que el fracking es seguro, que vivimos la era dorada del shale, que es el puente dorado hacia las energías renovables, deberían revisar el alud de evidencia de los millones de familias afectadas en los 34 estados de Estados Unidos, donde 400 mil pozos fracking hacen de las suyas.
Ya la privatización de facto de Pemex es tan intensa que el llamado de Peña a abrir más la paraestatal a la IP implica el finiquito de lo que van dejando los neoliberales en favor de las trasnacionales que operan con el respaldo de aparato de seguridad de Estados Unidos, interesadas en hacer activos suyos lo que es patrimonio del pueblo mexicano.
Rex Tillerson, el gerente de Exxon, la mayor petrolera privada del mundo, líder en reservas y producción del gas shale en Estados Unidos, expresó al Council on Foreign Relations su interés en la inmensa riqueza mexicana, pero no mencionó que desde hace rato estableció lazos operativos dentro de Pemex. En verdad, la quinta columna neoliberal le ha venido preparando el terreno a las grandes petroleras desde hace rato, bajo asesorías a la Dirección de Pemex a lo largo de los últimos decenios por McKinsey y Cambridge Energy Research Associates.
Fox nos hizo el favor de ingresar a Halliburton a los campos petroleros de Pemex. Junto a Schlumberger es la principal empresa mundial de servicios del ramo. Halliburton desarrolló el fracking y su ex subsidiaria Kellog Brown & Root (KBR) está asociada a grandes escándalos y fraudes en Irak, incluido el manejo de 15 mil mercenarios, con ganancias multimillonarias. Según The New York Times en 2009 KBR aceptó su culpa por violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el Exterior por sobornos mientras todavía era parte de Halliburton, para obtener contratos en Nigeria por 6 mil millones de dólares.
Peña, el Prian ¿y pactistas del PRD? avalan dar continuidad a la demolición en curso de Pemex: según la Unión de Trabajadores de Confianza los contratistas extranjeros controlan más de 60 por ciento de la perforación de pozos. Junto a esas grandes firmas de servicios petroleros pululan subcontratistas locales. El contratismo y subcontratismo absorbe el 70 por ciento del presupuesto de Pemex para tareas de exploración, producción, desarrollo, mantenimiento de campos, etcétera.
Lo prioritario ahora es rechazar la privatización de Pemex y defender el petróleo.