jueves, 18 de octubre de 2012


Recetas para el desastre
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 18 de Octubre de 2012
E
n momentos en que la economía mundial tiende a la parálisis por la caída de la demanda agregada, la baja salarial, el desempleo y la precarización del trabajo, continuar con el diseño económico y de seguridad de Estados Unidos en México es contribuir al desplome del país, la región y el orbe. Se trata de la segunda economía más importante de América Latina. En contraste con otros países latinoamericanos, la prognosis para México es sombría: Peña Nieto (EPN), bajo inercias regresivas, avala la multifacética embestida de Calderón contra los trabajadores, al alentar lareforma laboral, parte de los programas de ajuste estructural (PAE) del Banco Mundial-FMI-BID, que han sido y sonla ruta seguida por sus antecesores, en realidad, country managers de esos entes subrogados al Departamento del Tesoro, que han devastado al país, sus recursos y patrimonio: De la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y ahora EPN y sus tecnócratas.
En materia energética EPN anunció desde una Europa sumergida en gran crisis, que intenta profundizar el destrozo, desarticulación y privatización de las actividades sustantivas de Pemex, y constitucionalizar la entrega del petróleo y el gas de esquisto a grandes petroleras/gaseras, como aspira la tóxica Exxon-Mobil. Si además prosigue con la macroeconomía de los programas de ajuste estructural, anularía de tajo cualquier salida no traumática al deterioro del mercado interno, del aparato productivo y al incremento de pobreza, desempleo e informalidad económica, atropellando la economía popular y de la clase media con regresivos esquemas fiscales (aumentos y ampliación del IVA) manteniendo losgasolinazos y la riesgosa liberalización y desregulación de la entrada y salida de capitales golondrinos. Lo sabe Hacienda: hay riesgo de contagio de la crisis en los países centrales donde va Peña, sea en pos de inversión o al rescate de España, donde Pemex es botín empresarial.
Con las bases socioeconómicas y político/militares fragilizadas, desviadas de sus funciones y corroídas por la corrupción, los costos sociales de los programas de ajuste estructural son monumentales. Magnifican la hecatombe humanitaria que hereda el PRI del siniestro régimen de terror que concluye bajo el peso de más de 90 mil cadáveres y decenas de miles de familias enlutadas por una tragedia incalificable, repleta de ejecuciones extrajudiciales, desaparecidos, torturados, desempleados, pobres y un endeudamiento y deterioro colosal del país, de sus estados y el notorio desgaste patrimonial de Pemex, su principal fuente de ingresos.
Ante la inusitada entrada de capital especulativo, los programas de ajuste estructural mutan en errores tectónicos, con un potencial de caos y muerte mayor al de la guerra irregular del Pentágono adoptada por Calderón y que padecemos bajo facha de guerra al narco. Nos exponen a otro rescate y saqueo como el de diciembre de 1994, ejecutado por Goldman Sachs, Citigroupet al, y los Robert Rubin de siempre, junto a especuladores de dentro y fuera, políticos y magnates saca-dólares.
Datos del Banco de México ayudan a calibrar el riesgo: la deuda interna es de más de 4.1 millones de millones de pesos, con una inversión extranjera de cartera que ya rebasa los 94 mil 500 millones de dólares, que pueden fugarse en cuestión de microsegundos, esta vez dejando tras de sí un terremoto sociopolítico y humanitario –y no sólo económico– por ser 51 por ciento mayor que la deuda externa pública, la mayor porción de deuda interna de la historia, en manos extranjeras.
Se dice que EPN ampliaría y elevaría el IVA. Mejor que lo piense. Los del FMI-BM saben que gasolinazos y más IVA impulsan estallidos sociales, colocando al país de rodillas. Ya es muy grave el registro diario de muertos, robos y operaciones de grupos armados.
En lugar de situar la carga del gasto corriente sobre Pemex, los trabajadores y la golpeada clase media, que lo haga con los sectores de alto ingreso. Es mejor atender las sugerencias de Guido Mantega, ministro de finanzas de Brasil, para quien a corto plazo debe estimularseel crecimiento de la demanda agregada y la creación de empleos. Advierte quelos países en desarrollo no pueden soportar pasivamente las consecuencias de las políticas de las naciones avanzadas expresadas a través de mayores y más volátiles flujos de capital y movimientos del tipo de cambio (La Jornada, 13/X/12, p.31).
En este medio volátil, procede, en materia de seguridad y crimen organizado, tratar con ciudadanos, no con enemigos, depurar y fortalecer al Ministerio Público, atender el lavado, el flujo de armas y una gradual desmilitarización. Sería torpeza mayor, como hizo Calderón, no seguir los protocolos de la Convención de Palermo, que México firmó y entró en vigor en septiembre de 2003.
Si EPN se guía por los programas de ajuste estructural y lo hace con los diseños militarizados y represivos de Estados Unidos, se generarían, como advirtió Miguel Angel Mancera,sistemas de violencia a manera de guerras civiles (La Jornada, 13/X/12, p.30). Con cientos de miles de bajas.

jueves, 4 de octubre de 2012


Fósiles, clima y poder
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 4 de Octubre de 2012
L
a radicalización de la derecha republicana y el fulminante rechazo del poderoso cabildo fósil (carbón, petróleo, gas) a cualquier cambio del patrón energético vigente ayuda a explicar, en parte y más allá del racismo y clasismo, la enardecida y multimillonaria campaña contra la relección de Obama, quien dio continuidad a las políticas de seguridad doméstica e internacional de Bush/Cheney luego del 11/9, como el espionaje generalizado y sin autorización legal de la Agencia Nacional de Seguridad; la usurpación de funciones judiciales con la renovación de lascomisiones militares y la permanencia de Guantánamo como prisión y a los postulados de la guerra preventiva. De inicio avaló el sangriento esquema de intervención/desestabilización a la rápido y furioso (Plan Colombia, Iniciativa Mérida) cuyo ADN se remonta al Texas de 1836, a la counterinsurgency de laguerra fría y a la ocupación de Latinoamérica con más bases en áreas de interés empresarial y geopolítico. Detuvo la tortura, pero acentuó el uso defuerzas especiales, cuyo despliegue pasó de 60 a 120 países y proliferan lasejecuciones extra-judiciales condrones en ultramar, superando a Bush en misiones y bajas civiles. El quebranto del derecho internacional víadrones, globalizó un peligroso estado de excepción que lleva la no ley a cualquier rincón del planeta: una invitación al caos en las relaciones de poder internacional en momentos de crisis, transición hegemónica y creciente conflictividad por el control de recursos naturales escasos.
Aunque Obama declare que el cambio climático es asunto central para esta generación, fuera de retórica y en los hechos es incomprensible el enorme caudal de dólares del cabildo fósil contra la relección: su gobierno autorizó la perforación y explotación en áreas de reserva y alienta el fracking (cientos de miles de pozos en 36 estados de Estados Unidos) en pos del gas shale, con graves daños a salud y medio ambiente. Ante el poder y codicia del cabildo fósil (Exxon/Móbil, Chevron, Koch, el American Petroleum Institute, etcétera) por explotar los fósiles convencionales y no-convencionales no extraña que el calentamiento global sea desdeñado por Romney/Ryan. En los hechos, Obama también: luego del desastre en Macondo, en el Golfo de México, suspendió la moratoria a la perforación en aguas profundas y la autorizó en Alaska, incluyendo diseños para, dijo Hillary Clinton, aprovechar las oportunidadesque ofrece la desintegración del hielo del Ártico, abrir rutas marinas y extraer petróleo, minerales, etcétera. Por su parte John Vidal documentó en The Guardian de Londres, que para la COP-16 (Cancún) y las que siguieron, Obama operó a favor del Acuerdo de Copenhague, incapaz de cambiar, detener o invertir el insostenible esquema fósil (La Jornada (LJ) 18/11/10), aunque se mantuvo la meta de limitar el calentamiento a 2 grados centígrados por encima de la era pre-industrial. Pero según James Hansen et al, el registro paleoclimático muestra que 2 grados centígrados podría ser una receta para el desastre: la sensibilidad climática es mayor a lo que se contempló hasta ahora: cambios pequeños o moderados de temperatura pueden tener efectos mayores a lo esperado, por ejemplo en del nivel oceánico (LJ/29/12/11).
En Global Warming’s Terrifying New Math, Bill Mackibben ofrece datos cruciales que ayudan explicar laradicalización del cabildo fósil y de Romney/Ryan ya que, entre otros temas medulares, se plantea que la humanidad puede emitir desde la era preindustrial unas 565 mil millones de toneladas (Giga/t) de CO2 a la atmósfera, sin rebasar los 2 grados centígrados. Como ya aumentamos la temperatura 0.8 grados centígrados y como aún si no lanzáramos CO2, la temperatura aumentaría otro 0.8 grados centígrados por lo previamente emitido, ya estamos cerca del límite (ibid). Pero todavía quedan 2 mil 795 Giga/tCO2 de los fósiles convencionales existentes en las reservas probadas de firmas y estados, con un valor estimado por Capital Institute en 27 billones (trillions) de dólares. Para evitar una catástrofe climática y de civilización habría que dejar bajo tierra el equivalente a unos 20 billones de dólares. Algo inadmisible al uno por ciento que especula y gana con los fósiles. El panorama político/electoral de Estados Unidos es desolador. Elsistema es incapaz de ofrecer una via no-traumática (sin guerra) de construcción social alternativa y enfrenta al electorado a decidir ante opcionescomo la agenda extrema de Romney/Ryan (“Mitt Romney’s Real Agenda”, Politics News, Rolling Stone) en materia fiscal, laboral, de género y de política de seguridad internacional, armas, tortura, inmigración y perforación/contaminación y el desolado desengaño por la actuación de Obama en estos cuatro años ante la crisis económica, los bancos, la seguridad internacional, el rompimiento con la normatividad constitucional y el medio ambiente. Un síntoma inequívoco de lo profundo y potencialmente catastrófico de la crisis hegemónica que hoy abate a Estados Unidos, con repercusiones planetarias.