jueves, 29 de diciembre de 2011

Receta para al desastre
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 29 de Diciembre de 2011.
Apocos sorprendió la exclusión de la ciencia y de los avances de las investigaciones sobre el agudo deterioro climático en la reciente COP-17 realizada en Durban, Sudáfrica. Como en los cónclaves de Copenhague y Cancún, los principales contaminadores, encabezados por Estados Unidos, bloquearon toda medida y compromiso vinculante efectivo y, además, se incomodan con la avalancha de evidencia científica sobre los efectos ambientales y socio-económicos del actual patrón tecnológico-energético, centrado en mercantilizar y especular con los recursos naturales y aún con la atmósfera por medio del mercado de bonos de carbono.

Los cabildos ahogan el interés público, nacional e internacional, en favor del poder de grandes firmas dedicadas a explotar y lucrar con la quema de combustibles fósiles y la máquina de combustión interna; la manipulación genética; la explotación mineral, metálica y forestal; los biocombustibles; la nucleoelectricidad y las industrias bélicas.

En Durban prosiguió el business as usual impulsado por el cabildo fósil (carbón, gas, petróleo), orientado al debilitamiento o reversión –como ocurrió con el retiro de Canadá del Acuerdo de Kyoto–, de todo acuerdo vinculante con la reducción de gases con efecto invernadero (GEI).

Este oscurantismo suicida, que evoca episodios inquisitoriales con su negación de los efectos ambientales del patrón capitalista, centrado en la expansión sin límite, se fortalece, sólo que ahora las consecuencias están a la vista y afectan a millones: con mayor frecuencia, extensión e intensidad de huracanes, inundaciones, sequías y devastadores incendios forestales. En Estados Unidos senadores y diputados, receptores de abundantes fondos del cabildo fósil (Exxon-Móbil,Chevron, Valero, Duke, Koch, Edison, Southern Coal, etcétera), quienes desde 1999 al presente han acumulado unos 114 millones de dólares en donaciones, desplegaron en 2011 una ofensiva contra cualquier regulación ambiental, vetaron mejoras administrativas a la agencia encargada de asuntos oceánicos y atmosféricos y recortaron presupuestos para la investigación climática y la Agencia de Regulación Ambiental, al tiempo que, como recuerda Justin Gillis (NYT 24/12/11) se desataron más desastres climáticos extremos que en cualquier año, desde que se empezaron los registros públicos a finales del siglo XIX. El costo anual de esos eventos ha sido en promedio de mil millones de dólares (mmdd) pero este año en Estados Unidos los daños ascienden a 50 mmdd. En el mundo se dio algo similar, como lo recuerdan las grandes inundaciones en Filipinas, Australia y Asia Sudoriental y la sequía que agobia a la agricultura mexicana.

La ciencia, cuya voz los cabildos quieren acallar, advierte que el fenómeno es antropogénico, vinculado a la emisión de GEI: Estamos modificando en grandes órdenes de magnitud las propiedades de la atmósfera; esto ya lo sabemos con toda certeza, dice Benjamin D. Santer, climatólogo del Lawrence Livermore National Laboratory, en California: “uno no puede involucrarse en este vasto experimento planetario –calentar la superficie (y luego) calentar y humedecer la atmósfera– sin dejar de tener impacto sobre la frecuencia y la duración de eventos extremos”.

En una junta de la Unión de Geofísicos de Estados Unidos, realizada en San Francisco, California, a finales de 2011, James Hansen, Ken Caldeira y Eelco Rohlin, científicos dedicados al estudio del clima, ofrecieron evidencia, emanada del registro paleoclimático, de que la sensibilidad climática puede ser mayor a lo que se había contemplado hasta ahora. Hansen, director del Instituto Goddard de la NASA, indica que aun si pudiéramos limitar el calentamiento global a 2 ºC por encima de la era pre-industrial, la tierra podría observar cambios climáticos rápidos y drásticos en este siglo.

Variaciones pequeñas o moderadas de temperatura pueden tener efectos mayores a lo esperado. El examen detallado del registro paleoclimático indica, por ejemplo, que cada aumento de temperatura de 1ºC, equivale a un incremento de 20 metros en el nivel de los océanos.

Aunque en Copenhague y Cancún se estableció un límite de entre 1.5ºC y 2ºC, Hansen et al, cuyas investigaciones desde los años 80 han sido cruciales, advierten que el registro paleoclimático sobre las perturbaciones promedio y extremas de unos 56 millones de años, muestra que la meta de 2ºC es una re-ceta para el desastre.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Volatilidad estratégica
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 15 de Diciembre de 2011.
Cuando se desmejora la relación estratégica entre Estados Unidos y Rusia, potencias que cuentan con 90 por ciento del armamento nuclear en los arsenales del mundo, es mejor prestar atención y que la comunidad internacional presione por poner en marcha mecanismos para frenar el deterioro. El tiempo se agota y los riesgos aumentan. Aunque la firma del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas II (START II) alivió tensiones, las fricciones estratégicas se profundizan por la persistencia, con el presidente Obama, de los despliegues anti-balísticos de Estados Unidos en las cercanías de Rusia.

Pero entiéndase bien: la atmósfera se cargó de graves riesgos para la paz mundial desde que el 13 de diciembre de 2001 George Bush anunciara al mundo el unilateral retiro de Estados Unidos del Tratado Anti-Balístico (ABM), un paso calificado de innecesario e imprudente tanto por analistas de la Asociación para el Control de Armamentos como por los principales órganos científicos de Estados Unidos y el mundo.

La decisión recibió el aplauso de la industria aeroespacial de Estados Unidos que anticipó una cascada de contratos valorados en billones de dólares. De un plumazo desapareció la prudente restricción de la militarización espacial. Theresa Hitchens y Victoria Samson advirtieron en 2004 desde el Center for Defense Information, que la actual administración sigue la elusiva y peligrosa política de dominar el espacio, sin un debate serio sobre las ramificaciones para la seguridad y la estabilidad global. En el contexto estratégico toda movida anti-balística genera contramedidas ofensivas y en tal competencia, lo ofensivo cancela los beneficios de la supuesta defensa.

Todo sistema anti balístico es inherentemente desestabilizante de la disuasión: es interpretado como un intento por disminuir la capacidad de segunda respuesta aniquilatoria, ante un primer ataque. El despliegue en Europa de partes del Sistema Nacional de Defensa (SNA) de Estados Unidos prosigue, a pesar de todas las advertencias. En julio de 2008 Estados Unidos y la República Checa anunciaron el establecimiento de un sistema de radares, como parte del SNA; Polonia dejó saber que estaba en negociación tentativa para desplegar en su territorio interceptores antibalísticos y en septiembre Rumania firmó con Estados Unidos un convenio para desplegar interceptores.

Naturalmente Rusia se siente acosada aunque Estados Unidos diga que el escudo es por la amenaza balística iraní, rehusando dar, junto con la OTAN, seguridades por escrito de ello y hasta ahora negándose a la participación rusa en el manejo del escudo.

El 23 de noviembre pasado el presidente Medvediev informó que Rusia desplegará nuevos cohetes Iskander en la zona de Kaliningrado, cerca de Polonia y dirigidos a las localizaciones de los cohetes de Estados Unidos en Europa, así como nuevos sistemas de radares en su frontera occidental, si Washington prosigue con su SNA, a pesar de que externó su preocupación a Obama y a la OTAN.

Como Estados Unidos contempla tener despliegues balísticos terrestres y marítimos en 10 años, Medvediev aseveró que Todos nuestros especialistas militares están convencidos que el propuesto escudo balístico europeo debilitará la paridad estratégica global y las relaciones que hemos logrado, incluyendo el START II. La respuesta tiene fundamento estratégico: hace poco se anunció que empezaron a funcionar oficialmente las Fuerzas Aéreo-espaciales, integradas a las Fuerzas Armadas Rusas unificando la defensa aérea y los sistemas de cohetería con una renovación total balística y de radares. La actualización de las defensas aéreo-espaciales de Rusia, dice la agencia Ria Novosti, llega a tiempo, considerando los nuevos retos estratégicos que presenta el despliegue del escudo balístico en Europa, impulsado por Estados Unidos.

Según la Federación de Científicos de Estados Unidos en 2011 hay más de 20 mil 500 ojivas nucleares, 4 mil 800 en operación y de ellas, Rusia y Estados Unidos tienen 2 mil a ser usadas de inmediato. Es mejor desactivar el aventurerismo de Bush y negociar un ABM mejorado. ¡Y pronto!

viernes, 2 de diciembre de 2011

Irak: la debacle
John Saxe-Fernández, la jornada, jueves 1 de diciembre de 2012
L

os órdenes de magnitud de la debacle humana, económica y hegemónica ocasionada por la guerra desatada por Estados Unidos en marzo de 2003 sobre la población iraquí son de orden mayor. El número de bajas no se mide en pocos cientos de miles, como dicen algunas ONG de ese país, por lo que conviene precisar que la prestigiosa revista Lancetregistró 100 mil muertes por violencia relacionada con la invasión y ocupación en 2004. Una encuesta realizada a mediados de 2006 por investigadores de la Universidad Johns Hopkins elevó la cifra a 600 mil bajas civiles.

En una amplia encuesta realizada en regiones y ciudades de Irak por Opinion Research Business (OPB) de Inglaterra, usando procesos y datos confirmados por el Independent Institute for Administration and Civil Society (IIACS), empresa de investigación que opera en Irak con una red de entrevistadores que cubren regiones y las principales ciudades y áreas rurales, concluyó que entre marzo de 2003 y agosto de 2007, la cifra de muertos por la guerra y ocupación fue de un millón 33 mil. Tomando en cuenta el margen de error presente en toda encuesta, el rango oscila entre 946 mil y un millón 120 mil bajas. ¡Eso fue hace cuatro años!

La catástrofe humanitaria en Irak (y en Afganistán) es de enorme magnitud, en medio de la indolencia, para decirlo de manera muy suave, por parte de Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional. En 2004 fui testigo de la fiscalía en el juicio a Estados Unidos por crímenes de Guerra en Irak realizado por el tribunal BRussells, (llamado así en homenaje a Bertrand Rusell, y porque tiene su sede en Bruselas) una instancia de conciencia que se convocó siguiendo la tradición sentada por el tribunal convocado por Russell y Sartre en torno a la guerra de Vietnam, que ahora opera en el mundo y en México como Tribunal Permanente de los Pueblos. Al escuchar los testimonios de habitantes, médicos, ingenieros, profesores, investigadores, era claro que la embestida por el petróleo, toda ella, era –y es– un gran crimen de guerra, equiparable a lo peor que se vivió durante la era oscura de los nazis.

Se registran más de 5 mil 500 científicos, filósofos, académicos, investigadores y particularmente científicos atómicos, médicos y químicos, asesinados o desaparecidos. Cincuenta por ciento de todos los habitantes de Bagdad reportan haber perdido al menos un familiar entre marzo de 2003 y marzo de 2009. Con una población de 23 millones hay 5 millones de huérfanos y 3 millones de viudas. Los hospitales desabastecidos de médicos y medicinas, las cárceles repletas y con 400 centros secretos donde las condiciones que el mundo vio en Abu Graib son descritas como humanas en comparación con lo que ocurre en un sistema de cárceles de un gobierno bajo la égida y ocupación de Estados Unidos, que ha sacrificado 5 mil soldados suyos y 2 mil quinientos de lacoalición. (Statements, Dossiers of the BRussells Tribunal:)

El costo económico relacionado con el precio del petróleo y la inestabilidad en Medio Oriente es enorme. Para Joseph Stiglitz y Linda Bilnes, en 2008 ya se acumulaba un monto de 3 billones de dólares. En 2010 reconocieron que sus cálculos, que incluyen el presupuesto destinado a Irak y el impacto sobre la economía de Estados Unidos, había sido muy bajo porque no se contemplaron loscostos de oportunidad. En sus palabras, hoy parece que nuestro cálculo de 3 billones fue, si se puede decir algo, muy bajo.

Para 2011 el contagio desde Europa de la debacle económico-financiera y del empleo acentúan riesgos depresivos ominosos para América Latina y la paz mundial, por la propensión de Estados Unidos de tratar de neutralizar su desplome moral y desbarajuste económico y hegemónico, por la vía militar. Con miras a la relección Obama anuncia con fanfarrias el retiro de tropas ante un electorado que rechaza la guerra, pero no menciona que aumentará el número de contratistas. Washington se ahoga en sus crímenes de guerra y en el pantano de su propia hechura.