jueves, 25 de mayo de 2017

EU: oligarquía versusmundo (I)
John Saxe-Fernández, La Jornada a Jueves 25 de Mayo de 2017.
T
anto en asuntos de guerra y paz, como de calentamiento climático antropogénico (CCA), la fracción dominante de la cúpula política de Estados Unidos actúa día a día contra el mundo, incluidos su población y territorio. Esta autodestructividad la captó Noam Chomsky cuando calificó a Estados Unidos de la nación más peligrosa del mundo, y agregó que el resultado de las elecciones presidenciales “colocó el control total del gobierno –el ejecutivo, el Congreso, Suprema Corte– en manos del Partido Republicano”, y de Trump, quien además acelera la ruta al abismo climático. Esta tendencia se intensificó desde que la Corte Suprema con mayoría republicana aprobó la Ley Citizens United (2010), que abrió el financiamiento sin límite de las campañas presidenciales a los grandes monopolios y al 0.1%.
Así se instauró lo que Jimmy Carter calificó de una oligarquía con capacidad ilimitada para el soborno político en la nominación y elección de presidente, que luego, en 2014, se amplió a las campañas de senadores, diputados y jueces. Esto ocurre nueve años después del 11/S, cuando se formalizó un estado de excepción(Ley Patriota, Ley Marcial, Leyes de Comisiones Militares), disimulado. Desde entonces se acentúa una pulsión hacia el abismo climático y/o nuclear que emana de un capitalismo senil así calificado por Jorge Beinstein, de la Universidad de Buenos Aires, en una de cuyas hipótesis percibe a esa formación social en un recorrido descendiente donde el sistema se va apagando, desarticulando, caotizando, perdiendo vitalidad, racionalidad. Es un capitalismo parasítico, que va a la explotación hasta la extinción de naturaleza y recursos planetarios, incluidos bienes comunes esenciales a la existencia de la biota global, la humanidad y su civilización incluidas: océanos, forestas y atmósfera.
En Alertas rojas: señales de implosión en la economía global, el capitalismo global a la deriva(beinstein.lahaine.org) que algunos atribuyen a los desequilibrios financieros de China, a la recesión en Brasil o a las turbulencias europeas, dejan a un lado lo que para Beinstein es una señal de alarma desde la economía de Estados Unidos: la hiperconcentración financiera agravada cuando constatamos que dicha masa financiera se está desinflando de manera irresistible. Por ejemplo, en diciembre de 2013,los derivados globales llegaban a unos 710 billones de dólares y dos años después el Banco de Basilea registraba 490 billones de dólares,en sólo 24 meses se evaporaron 220 billones de dólares, cifra equivalente a unas 2.8 veces el producto bruto global de 2015. (Ibid)
La de Estados Unidos es una oligarquía con rendimientos de fabulosas apuestas para la guerra (sea la tercera o las masacres en Irak, Libia, Yemen o entre los sauditas e Irán, con la reciente venta de armas a Riad cerrada en 110 mil millones de dólares (mmd) ahora y 350 mmd más hasta 2027.
En medio de negocios/masacre hay síntomas de implosión de la economía global. Se profundiza el desequilibrio entre la economía real y la especulación financiera desatada desdefirmas bancarias y de inversión too big to fail receptoras entre 2007 y 2010 de un magno rescate estimado por la Auditoría Gubernamental de Estados Unidos en 16 billones de dólares, orden de magnitud mayor al PNB de Estados Unidos entonces. Es cuando se visibiliza más que la pérdida de sensatez dio un salto cualitativo con Trump hacia el CCA. Irracionalidad concretada en la institucionalización de la posposición de toda medida regulatoria sobre las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) un tema sociológico analizado en revistas de alto calibre (R. Brulle Climatic Science 2013) y a una profundización del negacionismo climático que hoy prevalece como nunca antes en la cúpula política que dirige los destinos imperiales, con efectos planetarios de inusitada gravedad, dado el peso económico y militar de Estados Unidos en el mundo.
Esto se detecta en un valioso texto,Silencing science (2014) de CommonCause.org, que contrasta la centralidad que gozaba el CCA en el debate nacional de 2006 y en la primera campaña de Obama (2008), cuando a diario en todo periódico o programa noticioso de tv se destacaban el reto y los riesgos climáticos y ambos candidatos debatían el asunto. Era cuando Al Gore discutía el documental Unaverdad inconveniente y del bipartidismo salían fílmes de los daños del CCA. Todo acabó de un plumazo al entrar en vigor la Citizens United. Se abrieron las compuertas a cientos de millones de dólares, a más de los 900 mil millones anuales que la industria fósil, vía indirecta, usa para mantener el vigor de la base social delnegacionismo climático y sus redes, desde un entramado conservador dedicado a la institucionalización de la posposición de todo intento por regular los GEI. Ante el magno flujo de dinero diputados, senadores, radio y tv callaron. Entre Romney y Obama ni pío sobre el clima. Nada. En Estados Unidos el cambio climático sale de pantalla cuanto más se deja sentir en el mundo.
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Javier Valdez in memoriam

jueves, 11 de mayo de 2017


Trump y militares: México y Venezuela
John Saxe-Fernández, La Jornada a Jueves 11 de Mayo de 2017.
¿E
s Trump presidente sólo para consumo público o son las fuerzas en la sombra –los militares, la CIA, la elite corporativa/bancaria y las Exxon del mundo– los poderes detrás del trono que, como dice Finian Cunningham (ICH 6/V/17), dejan un rastro de beligerancia y militarismo?Después del 11/S, Bush hijo optó por un estado de excepción sin apego constitucional ni al derecho internacional y desde 2010 la Suprema Corte aprobó la Ley Citizens United, que permite al 1 por ciento y a las corporaciones contribuir sin límite a las campañas electorales, instaurándose lo que para el ex presidente Carter es una oligarquía con capacidad ilimitada para el soborno político como algo básico para ser nominado y electo presidente. ¿Cómo actúa al sur del Bravo, en particular en Venezuela y México, la proyección externa de una oligarquía en estado de excepción?
Igual que siempre en contubernio con la oligarquía local, pero peor. Desde el 11/S Estados Unidos practica la unilateralidad militar bajo coartadas varias: la guerra antiterrorista o la guerra al narco. Rechaza las Convenciones de Ginebra, ataca Afganistán y miente al mundo sobre las armas de destrucción masiva luego bombardea e invade Irak. Bush ocultó la activa participación de Arabia Saudita en el 11/S y él y su sucesor se fueron sobre Libia, Siria, Yemen, Sudán, Paraguay, Honduras. Por su riqueza fósil y cercanía la mira está en México, Canadá y Venezuela, sometida a una brutal intervención golpista de Estados Unidos, en pos del control y usufructo de su vasta reserva mientras los otros van a renegociar el TLCAN.
Al lado del tratado hay acuerdos de facto que acoplan a México a los principios de la política exterior y de seguridad de Estados Unidos. ¿Qué principios? 1) avalar la doctrina deautodefensa anticipatoria o guerra preventiva, en desacato al derecho internacional y 2) aceptar la doctrina straussiana contra la función de defensa nacional, desviando a las fuerzas armadas hacia funciones policiales. Recuérdese que el estado de excepción interno se estableció en Estados Unidos bajo la Ley Patriota y luego la Ley Marcial John Warner Defense Authorization Act de 2007, que permiten al Ejecutivo usar los militares en tareas propias del Ministerio Público. Con una partida de 3 mil millones de dólares y un Felipe Calderón en Los Pinos, se puso en marcha la Iniciativa Mérida, arreglo de facto fuera del derecho internacional y de la jurisdicción y vigilancia legislativa mexicana. Hoy la Ley de Seguridad Interior de PRI y PAN nos homologaría con las leyes del Department of Homeland Security (DHS) en el contexto de operativos del Comando Norte y del DHS ¡paraproteger la vasta infraestructura Pemex/CFE, en traspaso a los huachicoleros del big oil!
El nombramiento de Rex Tillerson (Exxon) a la Secretaría de Estado y del general John F. Kelly, ex jefe del Comando Sur, al DHS, es parte del asalto oligárquico-imperial contra el manejo nacional del petróleo venezolano y de lo que los astutos de acá van dejando del sector. Por eso Kelly va en contra de la izquierda mexicana.
Se puede seguir paso a paso el guión golpista de Kelly contra Maduro en la Operación Venezuela Freedom 2. Ahí un gran lector de partituras como Dudamel, verá que Luis Almagro, de la OEA (un cachivache imperial) pactó con Kelly en 2015 aplicar la Carta Democrática contra Venezuela y que la oligarquía y su MUD siguen el libreto imperial: generan crisis alimentaria, de medicinas, agua, electricidad y otros bienes esenciales, como en el golpismo Nixon/Kissinger contra Allende. En ese guión Kelly incluyó el uso de la MUD para hacer chillar las calles con violencia encapuchada, culpando a Maduro desde las pro-golpistas CNN y DW de Berlín, de cuanto herido, muerto, escasez, desperfecto o desabasto ocurra.
Tanto en lo interno de Venezuela como en lo regional, los hechos y narrativa en medios se aproximan de manera cínica a la partitura de esa operación que desnudó cómo se fragua el gran saqueo contra Venezuela. Los sucesos diarios hacen patente una diplomacia de fuerza parte y parcela del acelerado desplome hegemónico de una potencia ante los riesgos existenciales de hoy, sin sustento moral y científico en los altos puestos de mando. Si la Operación Venezuela 2 deja ver el complot Kelly-Almagro-MUD al servicio del big oil, no nos limitemos a explicar al belicismo de Estados Unidos o a Trump, como resultado de una aberración fascistoide.
Es peor que eso. Es el desplome hegemónico del capitalismo monopólico-financiero lanzado a la explotación de los recursos que van quedando sobre la corteza, incapaz de frenar el arrastre de los poderes fósiles al abismo. El golpismo de Kelly/Exxon por el crudo venezolano, va al lado del negacionismo de Trump. La demolición controlada de las Torres Gemelas, las carnicerías de Estados Unidos y el ascenso de los generales, aceleran el desplome. En un mundo multipolar y calentándose sin control, la ruta es otra.

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