John Saxe-Fernández
La Jornada.
México, 5 de julio de 2007.
Por medio de una operación de espionaje, la semana pasada la camarilla de Bush dio la señal de arranque a la campaña para mantener la presidencia imperial bajo la égida neoconservadora, es decir, de la ultraderecha militar. Así lo percibió Fidel Castro al comentar en Juventud Rebelde la desclasificación por la Casa Blanca de 700 páginas de los archivos de la CIA que relatan algunas de las peores acciones secretas de terrorismo de Estado perpetradas en ultramar entre 1953 y 1973, incluyendo operativos de desestabilización de varios gobiernos e intentos de asesinato contra el líder cubano. Es "notorio" que el gobierno "que menos documentos ha desclasificado en la historia de EU y que incluso inició un proceso de reclasificación de información previamente desclasificada, tome la decisión ahora de hacer estas revelaciones", advirtió Castro, agregando que ante un creciente rechazo de la opinión pública, el gobierno de Bush quiere mostrar, "en los preámbulos del proceso electoral, que las administraciones demócratas fueron iguales o peores que la de Bush".
En febrero 2007 y en sesión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Zbigniew Brzezinski, connotado académico anticomunista de la guerra fría y ex asesor de seguridad nacional, planteó como "escenario plausible para un choque militar con Irán", "alguna provocación en Irán o un acto terrorista en EU imputado a Irán, que culminaría en una acción defensiva de EU contra Irán..." Estas asombrosas declaraciones, ignoradas por el New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal -sólo las divulgó Ap-, implican la existencia de instrumentos clandestinos de corte "terrorista" disponibles para ser usados "al placer del presidente", "dentro" o fuera del país. No es novedad. Documentos secretos previamente desclasificados muestran que en 1962 el Estado Mayor Conjunto de EU "para legitimar una guerra contra Cuba" elaboró un programa conocido como Operación Northwoods, consistente en atentados terroristas en territorio estadunidense contra su propia población. El documento revela que se trataba de "una serie de atentados con víctimas estadunidenses, civiles y militares, para movilizar la opinión pública contra Fidel Castro". La planificación, que incluyó un atentado contra un barco de guerra estadunidense y un secuestro aéreo, del tipo perpetrado décadas después, presuntamente por Al Quaeda y Bin Laden el 11 de septiembre de 2001, fue vetada por el presidente Kennedy.
Al respecto M. Chossudovsky (America's War on Terrorism, globalresearch.ca) recuerda que Al Qaeda , además de ser asset del aparato de inteligencia, fue apoyada por el Pentágono, la CIA y la OTAN en la guerra de los Balcanes, en los operativos de desestabilización étnica contra la Federación Yugoslava y que Bin Laden fue el principal operador y contratista de la CIA en la campaña contra la URSS en Afganistán.
En medio del desplome de Bush en las encuestas, el hundimiento militar en Irak y el espionaje doméstico, abundan las defecciones hasta de republicanos conservadores. El alcalde Bloomberg, de Nueva York, se separó del Partido Republicano y los candidatos republicanos a la presidencia se distancian de Bush et al: cualquier cercanía acarrea costos electorales. También se dio una real estampida de conservadores en torno a la Ley Migratoria. Al colapso de Bush en las encuestas, con índices de aprobación cercanos a 25 por ciento, se agrega que 56 por ciento de la población de EU opina que las tropas deben retirarse de Irak "tan pronto sea posible". Encuestas del Pew Research Center (International Herald Tribune, 27/6/07) indican que desde que Bush asumió la presidencia (2001) declinó la confianza en el "liderato" estadunidense aumentó el rechazo a su unilateralidad militar y al antiterrorismo. Igual opina la gran mayoría de la población de los países de la OTAN. Por la masacre y ocupación en Irak y la bestialidad en Guantánamo y Abu Ghraib se desplomó la imagen mundial de EU y el apoyo a la guerra antiterrorista.
El rechazo a la unilateralidad militar de EU es de 90 por ciento en Suecia, 89 por ciento en Francia y de 70 por ciento o más en Inglaterra, Bulgaria, República Checa, Alemania, Rusia, Eslovaquia y España. En Turquía el apoyo a la política exterior de EU bajó de 52 por ciento, antes de la ocupación de Afganistán por EU-OTAN a finales de 2001, al actual 9 por ciento.
Paralelo a este desmoronamiento y como tabla de salvación ¿providencial?, resurge con vigor el terrorismo acompañado por el impulso oficial a una atmósfera de pánico e histeria. Quizá la inducción-provocación de ataques, dentro y fuera de EU ( ya ocurre en Inglaterra), podría rescatar las fortunas de Bush et al, aunque, como se observó en la España de Aznar, otro putch, estilo nazi, puede crear un bumerán electoral.
1 comentario:
Muy lucidos, verdaderos y a la vez preocupantes cada uno de sus articulos doctor, he encontrado su sitio por casualidad y me agrado bastante, me dare una vuelta por aqui de ahora en adelante, cuenta con un amable lector mas a sus interesantes y dilectos articulos.
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