jueves, 15 de octubre de 2015


De energía, crisis y finanza
John Saxe-Fernández, La Jornada a Jueves 15 de Octubre de 2015.
L
a gestión de la crisis que estalló en 2007 mostró, por enésima vez y de manera incontrovertible, que no es posible la defensa del interés público nacional e internacional ante los graves retos del colapso climático en curso y las recurrentes crisis del capitalismo, con funciones esenciales como las de crédito y depósito, secuestradas por el sector privado a través de bancos too big to fail (TBTF) regidos en centro y periferia, bajo la codicia y el crecimiento sin límite, la privatización de los beneficios y la socialización de riesgos y costos. Así lo protagonizó Citigroup (Citi), el dueño de Banamex, de gran peso en el sistema bancario de México, que logró el reingreso a Wall Street de la economía casino desactivando estipulaciones clave de la Ley Dodd-Frank, que abre la puerta a que los contribuyentes de Estados Unidos de nuevo carguen con otro masivo rescate por inversiones de alto riesgo.
La senadora Elizabeth Warren acusó a Citi de secuestrar fondos públicos y estuvo a punto de derrotar su aprobación, a no ser por el cabildeo de Obama y de Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase. Con activos de poco más de un billón (trillion) 800 mil millones de dólares (mmdd), Citi invierte en derivados por más de 63 billones, 600 mmdd según cifras recabadas por Michael Sneider. Citi no actúa sólo, lo hace por 280 billones de dólares, siete veces y medio el PNB de Estados Unidos, con las mismas firmas en el vórtice de la crisis de 2007. El drama financiero ocurre cuando el calentamiento global en curso, ya empezó a derretir los polos, Groenlandia y los glaciares del mundo y a frenar con gigatoneladas de agua dulce a la corriente del Golfo. Esto ocurre en medio del agotamiento de los estratos convencionales de recursos naturales no renovables, acompañado de gran volatilidad en los precios de las materias primas (de la A de alúmina a la Z de zinc, pasando por el petróleo, gas, carbón, cobre, estaño, etcétera). El deterioro climático y de recursos se acentúa mientras aumenta el riesgo de otra gran crisis, algo que, a decir del FMI, la ONU, el Banco de Pagos Internacionales, el Banco de Inglaterra y el mismo Citigroup, es día a día más inquietante.
El estallido planetario de la burbuja de los derivados va desde el sobrendeudamiento empresarial en la periferia, a los derivados de materia prima y combustibles fósiles convencionales y no convencionales advertido por Ellen Brown. Las lutitas tan presentes en la promoción de la (contra) reforma energética de Estados Unidos gerenciada por EPN, con patéticos pactistas de oportunidad, se vinculó a una nueva geopolítica de la energía (NGE) con EU en papel deSaudi América. En efecto, de la narrativa oficial del shale se derivaría lo que se difundió como Citigroup Energy 2020: North America the New Middle East, eje de la NGE. Todo fue un exabrupto publicitario acotado por límites geológicos develados por J David Hughes (Drill baby Drill (2013) y Drill Deeper, (2014) del Post Carbon Institute, en que se cuestionan las proyecciones de la Oficina de Información Energética del Departamento de Energía de Estados Unidos, de abundancia shale en 2040 y por el desplome del precio del petróleo que, desde mediados de 2014 afecta a los grandes inversionistas y firmas de lutitas. Se lanzaron a la arena cuando los contratos cerraban a precios de más de 100 dólares el barril.
Con el desplome de 50 por ciento de los precios en sólo seis meses, también cayó la narrativa de la NGE y su pivote shale. Así lo consignó la OPEP en Septiembre pasado. Otras fuentes constatan que el negocio de las lutitas en Dakota del Norte, Oeste de Texas, partes de Oklahoma y Kansas ha sido muy afectado. Muchas firmas buscan abrigo bajo las leyes de bancarrota y otras simplemente están cerrando (EcoWatch, 6/10/15/).
El analista Arthur Berman dijo a J. Stafford de Oilprice.com, que la inversión en lutitas sólo es redituable a precios de más de 90 dólares por barril. “A los precios actuales las firmas están feneciendo. Y esa verdad se basa en el dato duro.Toda esa basura… de que las compañías están bien a 60 dólares el barril, es exactamente eso”. Sobre el cambiante panorama del shale. en Estados Unidos y la caída del petróleo dice que (L)a situación siempre fue terrible aún antes del desplome, así que sólo puede empeorar. ¿Cuándo cesará la inversión en esas firmas? Cuando se frenen las perforaciones y caiga la producción, algo que no ocurrirá hasta, al menos, mediados de 2016.
Ellen Brown de su parte, estima que las pérdidas en derivados por materia prima en general podrían llegar a los 14 billones de dólares y en gas y petróleo a entre 3 y 4 billones. Por tratarse, además de las apuestas en materia prima, de la especulación urbe et orbi en derivados en órdenes astronómicos, el fenómeno contiene en potencia, el derretimiento del sistema financiero mundial. Su estallido sería un evento que, como dijo Itsván Mészáros a Lucien Goldman en 1968, hará lucir a la Gran Depresión como una tarde de té en la vicaría.

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