- La Reforma Energética aprobada por el Congreso significará una absoluta absorción y debilitamiento de lo que son las funciones del Estado-Nación que llamamos México.
- Previsible que, a largo plazo, el crudo mexicano suba a 200 o 300 dpb; pero estará controlado por EU
- Los legisladores que aprobaron la Reforma Energética provocarán el despido de cientos de miles de trabajadores mexicanos
- Las petroleras norteamericanas llegarán protegidas por un paraguas de seguridad, controlado desde Washington
- El plan fue ideado en Wall Street desde hace 34 años, por la Blyth, Eastman Dillon and Company
Material exclusivo
Por: Jorge Santa Cruz (*)
CIUDAD DE MÉXICO. 12 de diciembre.- La Reforma Energética significará para México una pérdida mayor a la que sufrió a manos de Estados Unidos, al concluir la guerra de 1846-1848. En aquella ocasión se perdió más de la mitad del territorio nacional; ahora, se perderán todos los recursos naturales finitos, como el petróleo, explica, en entrevista exclusiva para JSC, Periodismo Libre, el investigador mexicano John Saxe-Fernández.
Lo que aprobó el Congreso mexicano –agrega el autor de diversas obras, como la titulada “La compra-venta de México”- obedece a un plan que fue concebido en 1979, por una de las principales firmas de asesoría a inversionistas de Wall Street: la Blyth, Eastman Dillon and Company. Ésta propuso, entonces, la conformación de un mercado común energético de América del Norte, dirigido por Estados Unidos.
El petróleo y el gas, abunda el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, son considerados por los estadounidenses como recursos de seguridad nacional. Y la seguridad nacional es sinónimo de negocios.
Saxe advierte que las empresas petroleras de los Estados Unidos vendrán a hacer grandes negocios, y a desplazar a cientos de miles de trabajadores mexicanos que serán despojados de sus empleos. Por eso, para evitarles riesgos ante el predecible descontento popular, la Exxon Mobil, la Chevron y la Shell, por citar sólo a tres, serán protegidas por una sombrilla de seguridad dirigida desde Washington.
A continuación, el texto íntegro de la entrevista de JSC, Periodismo Libre, al doctor John Saxe-Fernández:
A continuación, el texto íntegro de la entrevista de JSC, Periodismo Libre, al doctor John Saxe-Fernández:
¿Qué le parece la aprobación de la Reforma Energética? ¿Qué tanto perjudica a México?
Le perjudica inmensamente, porque lo que tenemos es la pérdida de patrimonio, en una escala difícil de comprender. Es tan grande el despojo, que hay que recurrir a la Historia. Por eso, “La compra-venta de México” tiene ese objetivo. Cuando publicamos el libro, en el 2002, ya teníamos claro que este era un proceso que se venía dando de manera acelerada.
La crisis actual del país deriva de una condicionalidad acreedora a ultranza, como parte de una mala negociación de la crisis deudora. Y de ahí en adelante, se va gestando un proceso muy profundo, cada vez mayor, de desnacionalización del proceso de toma de decisiones en materia de política económica, por el gran peso que van adquiriendo, tanto el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, como el Fondo Monetario Internacional.
Ese estudio lo he hecho y creo que es el período donde da inicio todo esto.
El objetivo central ha sido el lanzamiento, por parte de un esquema de corte oligárquico imperial, que ha afectado profundamente al patrimonio mexicano. Viene con miles de empresas que, literalmente, han sido subastadas. Tenemos un número inmenso de multimillonarios, a raíz de esto que llamamos -muy superficialmente y en abstracto- neoliberalismo, pero que en realidad es toda la condicionalidad, atada a todas las líneas de crédito de estas instituciones, que no son instituciones financieras multilaterales, como las llamamos o las llaman usualmente; son instrumentos de Estado, son instrumentos de clase, establecidos desde Bretton Woods.
Entonces, si no se tiene una mirada de largo alcance, no se percibe claramente el orden y la magnitud de lo que se ha consumado.
Lo que se ha consumado es exactamente la compra-venta de México, es decir, ya las dos últimas grandes empresas, donde el sector energético es -desde luego- el principal eje de acumulación que le quedaba, todavía, a la nación mexicana, y que es absolutamente esencial al ejercicio de algo de soberanía en el país.
Lo que se ha consumado es exactamente la compra-venta de México, es decir, ya las dos últimas grandes empresas, donde el sector energético es -desde luego- el principal eje de acumulación que le quedaba, todavía, a la nación mexicana, y que es absolutamente esencial al ejercicio de algo de soberanía en el país.
Estamos ante un real acontecimiento histórico, de corte profundamente regresivo; yo coincido plenamente con utilizar el término de neoporfiriano, en cuanto al esquema, pero -incluso- cuando yo estaba redactando “La compra-venta de México”, el maestro Gastón García Cantú lo leía y me hacía comentarios (el gran historiador sobre las intervenciones de los Estados Unidos en México), y me decía: “pero Saxe, fíjese que los porfiristas tenían más sentido de la patria que éstos.” Y yo creo que Gastón García Cantú tenía razón en ese sentido.
Esto es una absoluta agresión. Es, realmente, una puñalada al corazón del país. Ahora no vamos a tener a 10 mil, 20 mil, 40 mil, 45 mil personas lanzadas a la calle; van a ser cientos de miles de personas lanzadas a la calle.
Y uno de los efectos inmediatos, desde luego, son los enormes boquetes presupuestales que se van a profundizar. Y el hecho mismo de lo que se ha autorizado, de manera realmente brutal, es algo por lo cual el grupo dentro del Partido de la Revolución Democrática que le hizo el juego al Pacto, va a tener qué responder por el haber autorizado un nivel de endeudamiento de 800 mil millones de dólares, y un incremento extraordinario en los impuestos, que va a tener que pagar el país y mucho del aparato productivo nacional, para rellenar el saqueo brutal de que va a ser objeto México.
Estamos hablando, desde luego, de a dónde irá ese excedente. Pues irá esencialmente a grandes emporios políticos y económicos como Exxon Mobil, como Chevron, como Shell. Y desde luego, por acá, las maniobras de robagallinas traidores. Me refiero ahí a cosas inusitadas y desagradables, que hacen Ramírez Corzo y Reyes Heroles hijo, entre otros.
Es un día oscuro para el país, y desde luego que se está afectado la estabilidad del país. Tenemos el asunto de que estas empresas, a las que se les han abierto las puertas, además de que son grandes emporios políticos y económicos, tienen todo el respaldo del aparato de Estado de los Estados Unidos.
Para eso se montó toda una estructura de seguridad dentro de México. Tenemos, desde luego, la Iniciativa Mérida. Usted sabe perfectamente que la Iniciativa Mérida no se rige bajo los preceptos del derecho internacional, y bajo ningún precepto de ningún tipo institucional. Son arreglos de facto que inciden también en la desnacionalización del proceso de toma de decisiones en materia de seguridad.
Entonces, lo que está en juego es una absoluta absorción y debilitamiento de lo que son las funciones del Estado-Nación que llamamos México. Ni más ni menos. Eso es lo que está de por medio. Es una barbaridad. Es un hijodeputada lo que han cometido.
¿La aprobación de la Reforma Energética se puede comparar con la pérdida de más de la mitad del territorio nacional, frente a Estados Unidos, en la guerra de 1846-1848? Da la impresión de que México está dejando de ser México…
Es equiparable a eso que usted menciona, que se formalizó con el Tratado Guadalupe-Hidalgo. Es equivalente, y es muy importante la reflexión suya, para luego equiparar lo que acaba de suceder y de lo que estamos hablando.
Yo me atrevo a decir que la profundidad de la pérdida es incluso mayor, si tenemos en cuenta que todavía en el siglo XIX no teníamos tan cerca el agotamiento de recursos finitos, como el petróleo convencional, ese petróleo de fácil acceso, que se obtiene a bajo precio y es de alta calidad, que es lo que estamos presenciando ahora y, consecuentemente, ya en este período, que se llama Techo del Petróleo, convencional y no convencional, los dos, incluyendo el otro tipo, el llamado gas de lutitas, el petróleo de lutitas, yo me atrevería a decir que es, también, una enorme pérdida de oportunidad histórica. ¿Por qué? Porque los precios de estos recursos, son valiosísimos, si se les mira a cinco, 10, 15 o 20 años. Es inimaginable lo que han hecho. Consecuentemente se ha jugado con el futuro del país.
Yo creo que es necesaria una movilización y una resistencia. Yo ahora soy –precisamente por mi desilusión con la conducción que ha tenido el partido que acabo de mencionar- parte del Consejo Consultivo del Movimiento de Regeneración Nacional. Me parece que es importante una expresión organizada y pacífica, para modificar esta barbaridad.
¿Es dable pensar que con la reforma aprobada, las empresas extranjeras vengan y refinen petróleo, y vendan la gasolina más barata de lo que lo hace Pemex?
No. Eso son cuentos del camino. Ellos vienen a sacar el petróleo; la mayor cantidad posible, en el menor tiempo posible. Uno de los problemas centrales que tiene la economía de los Estados Unidos es –precisamente- este agotamiento del recurso. Y el problema inmediato que ya ellos conocen, porque saben perfectamente, que en el caso del petróleo de lulitas -que les ha aumentado la producción de gas e, incluso, de petróleo-, es una explotación de muy corto plazo.
Las curvas de caída de la producción de este tipo de petróleo no convencional son muy abruptas. Son realmente exponenciales.
Más o menos tendrían un margen de no más de cuatro a cinco años. Es decir, es de muy corto plazo. Aquí no estoy haciendo referencia a un dato hipotético, sino a los estudios que ya tenemos disponibles, porque en Estados Unidos se ha hecho esta explotación de 2002 para acá, de manera muy intensa. De tal manera que ya hay, aproximadamente, 10 años acumulados en los registros de producción diaria de los pozos, en más o menos 65 mil pozos, en 31 cuencas de gas y petróleo de lulitas en ese país. Los datos del registro diario de la cantidad de barriles equivalentes, cuando es de gas o petróleo, la curva es exponencialmente de declive.
Más o menos tendrían un margen de no más de cuatro a cinco años. Es decir, es de muy corto plazo. Aquí no estoy haciendo referencia a un dato hipotético, sino a los estudios que ya tenemos disponibles, porque en Estados Unidos se ha hecho esta explotación de 2002 para acá, de manera muy intensa. De tal manera que ya hay, aproximadamente, 10 años acumulados en los registros de producción diaria de los pozos, en más o menos 65 mil pozos, en 31 cuencas de gas y petróleo de lulitas en ese país. Los datos del registro diario de la cantidad de barriles equivalentes, cuando es de gas o petróleo, la curva es exponencialmente de declive.
El asunto central es que, en 2012, para mantener el mismo nivel en la producción de gas, se tuvieron que perforar 9 mil pozos con un costo aproximado de 42 mil millones de dólares, en gas; y para hacer lo mismo en petróleo de lulitas, se trató de seis mil 500 pozos, con un costo de 35 mil millones de dólares, para mantener el mismo nivel de producción que venía anteriormente.
Es decir que desde el punto de vista financiero y desde el punto de vista geológico, ellos saben que eso no funciona. Identifican que eso es de muy corto plazo. Ha funcionado en el corto plazo. Hay mayor producción de gas. Hay mayor producción de petróleo. Pero hay que hacer toda esta maniobra para sólo mantener, dentro de Estados Unidos, el mismo nivel. Por cierto que, de paso, quiero decir que para Estados Unidos el gas y el petróleo son materia de absoluta seguridad nacional y de corte estratégico. Ahí no entra cualquiera a hacer una exploración. Ni en el área de petróleo, ni en el área de producción marítima, aérea, aeroespacial… Hay aproximadamente 25 áreas donde hay una prohibición de inversión extranjera directa, por su carácter esencialmente estratégico.
Entonces, el asunto central que le quiero decir es que, tanto en el caso de Estados Unidos, como a nivel global, el nuevo petróleo de los países que no forman parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, apenas funciona para mantener el nivel, por el enorme declive del petróleo convencional y no convencional. El no convencional baja mucho más rápido que el otro; porque los grandes depósitos gigantes también están mostrando declive y aquí tenemos uno de los mayores depósitos, el tercer gigante del mundo, que ha sido brutalmente explotado por estos neoliberales, que es Cantarell. Esto se está repitiendo en grandes pozos. Y esto incluye a pozos en Arabia Saudita y en otros lados. Pero, lo que estoy diciendo es que la producción de esos grandes pozos convencionales en los países que no están en la OPEP es tan grande, que la nueva producción apenas, apenas y no da para compensar lo que está decayendo.
Esto quiere decir que los precios del petróleo en el mediano y largo plazo, van a subir. Fíjese usted –y el público debe de recordar- que en los años 90, el barril de petróleo de la canasta mexicana estaba cotizando en 18 dólares. Hoy lo tenemos cotizado en casi 100 dólares. En menos de una década eso va a quedar en 200 o 300 dólares. La pérdida a futuro, la entrega de riqueza a futuro que se ha hecho, es muy difícil de calcular. Es astronómica. De tal manera que si nos regresamos a lo que usted planteó, de la ocupación, de la Guerra del 47, y de la formalización del gran despojo territorial del país, y de la riqueza que México perdió en aquella oportunidad, yo me estoy atreviendo a hipotetizar que la de ahora es mucho mayor.
El otro elemento esencial es que esto afecta profundamente –y esto es gravísimo- la estabilidad social. Si ya tenemos un deterioro brutal y pobreza y polarización social, a niveles patológicos, esto va a profundizarse todavía.
Por lo que vemos, la maniobra tiene dos vertientes: una, que Estados Unidos asegure su reserva estratégica de petróleo con el nuestro, a muy bajo costo; y al pasar nuestro petróleo a la reserva estratégica de ellos, y al quedarse México sin crudo convencional, y sin el petróleo de lulitas, entonces se hará absolutamente dependiente de ellos.
Por el otro, el hecho de que se estén consolidando instituciones de seguridad, es porque prevén algún movimiento de descontento. Vamos, hasta la Cámara de Diputados habla ya de reglamentar las marchas en el Distrito Federal.
Es decir: como que todo viene a modo para que el gobierno enfrente un movimiento social grave.
Yo lo único que puedo, es agregar a eso. La reflexión es correcta en las dos dimensiones.
En esta primera dimensión, por eso fue dije que era de largo plazo, en 1979, una de las principales firmas para inversionistas en Wall Street, llamada Blyth, Eastman Dillon and Company, fue la que le hizo a las grandes petroleras de los Estados Unidos, el diagnóstico de la situación en la América del Norte; es decir, que incluía a Canadá y Estados Unidos en un contexto geopolítico y geoeconómico dirigido por Estados Unidos.
Entonces, ellos planteaban: los Estados Unidos no tienen por qué ser rehén de las actividades de países en el Oriente Medio, si ausentes las diferencias nacionales entre México, Canadá y Estados Unidos lográramos una integración de los recursos energéticos de la América del Norte, por medio de una suerte de mercado común. Esto es 1979. Hay que entender, el público tiene que entender, que cuando en Estados Unidos se habla de seguridad nacional, se habla de seguridad empresarial y viceversa. Hay una simbiosis Estado-Empresa muy fuerte.
Yo recuerdo que uno de nuestros colegas, Marcus Raskin, estuvo aquí, allá en los 80. Teníamos un seminario sobre seguridad nacional y, desde luego que la importancia estratégica del petróleo mexicano era absolutamente clara. Él era de Estados Unidos. Y le pedimos una definición de seguridad y nos respondió: “National security is business; business is national security” (“La seguridad nacional son los negocios; los negocios son la seguridad nacional”.)
Es una amalgama. La empresa no viene sola; viene con el aparato de seguridad detrás. Todos estos arreglos policial-militares, a los que usted hace referencia; es toda esta enorme penetración estadounidense… que se nos fue hasta la cocina. La Agencia Central de Inteligencia, la National Security y el mismo Comando Norte está metido hasta la cocina en el país. Está íntimamente vinculado con la explotación y con el esquema que nosotros estamos viendo. Lo que existe ya es un sombrilla de seguridad alrededor de las unidades que van a venir a hacer la explotación brutal de los recursos. Desde luego que el control de la población despojada, de la población que está siendo tirada a la calle, que le están robando su patrimonio, el control de esa población es mano-militar.
Es una amalgama. La empresa no viene sola; viene con el aparato de seguridad detrás. Todos estos arreglos policial-militares, a los que usted hace referencia; es toda esta enorme penetración estadounidense… que se nos fue hasta la cocina. La Agencia Central de Inteligencia, la National Security y el mismo Comando Norte está metido hasta la cocina en el país. Está íntimamente vinculado con la explotación y con el esquema que nosotros estamos viendo. Lo que existe ya es un sombrilla de seguridad alrededor de las unidades que van a venir a hacer la explotación brutal de los recursos. Desde luego que el control de la población despojada, de la población que está siendo tirada a la calle, que le están robando su patrimonio, el control de esa población es mano-militar.
Usted está viendo no solamente lo que mencionó, sino la creciente criminalización y burocratización de las expresiones sociales de resistencia.
A ese nivel llega la traición. Es decir, que Santa Anna se quedó corto y que el porfiriato se quedó corto.
¿Entonces, por eso tanto interés en la cédula única de identificación? ¿Qué toda la población tenga un chip para que sea localizada? Vamos hacia eso y no falta mucho…
Absolutamente. El asunto es de muy largo plazo. Observe usted: en “La compra-venta de México” estaba verdaderamente escandalizado de como el país se quedó sin los ferrocarriles.
Y yo llegué a entender en qué consistía. ¿Por qué nos quedamos sin servicio de pasajeros? Ah, tenía que ver esencialmente con no facilitar el traslado, de la cantidad de gente que está siendo expulsada por el esquema económico brutal, aplicado en toda la América Latina, que anda buscando refugio, que anda buscando empleo, en Estados Unidos.
Fue para usar a México como colchón migratorio, es decir, que las fosas clandestinas sucedieran en México y no en el desierto de Arizona, o de Texas. Usar a México como colchón migratorio y lanzar el aparato migratorio de los Estados Unidos hacia la frontera de México con Guatemala.
Esto es muy claro, pero lo que pasa es que debemos utilizar los términos correctos, pero nuestra prensa todavía no los usa. Por ejemplo: vino Janet Napolitano. Ella era, en aquel momento, la secretaria de los Estados Unidos en el Departamento (lo voy a decir en inglés) que se llama Homeland Security, Department of Homeland Security. Y nuestra prensa traduce “Homeland Security” como “Seguridad Interior” de los Estados Unidos. Eso no es el texto. El texto dice: “Departamento del Suelo Patrio” de Estados Unidos. Eso quiere decir “Homeland”.
Vino la señora de visita, aquí, hace unos cuantos meses y dijo que venía a hacer arreglos con México para articular, para desarrollar operativos en la frontera norte de México, y en la frontera sur de México. Es decir, que allí estamos ya equiparando la situación del país con la situación que tenían los principados en la India, con el Imperio Británico, más o menos a finales del siglo XIX y en los primeros 49 años, diría yo, del siglo XX, donde Inglaterra les decía “Ustedes, principados, pueden hacer todo lo que quieran; pero no hacen política exterior, no hacen política económica y, mucho menos, hacen política de defensa. De eso me encargo yo”. Es lo que tenemos ahorita.
¿Vamos a ser menos de lo que es una estrella en la bandera de los Estados Unidos?
La diferencia entre una colonia y una nación soberana, es que la colonia puede hacer todo lo que quiera, menos política exterior, menos política de defensa, y menos política económica.
Yo recuerdo que hace unos seis o siete años publicó usted un artículo en el periódico La Jornada, que se tituló “La entrega de todo México”. Me da la impresión de que ya se consumó la entrega de todo México.
Aquí lo tenemos. Al menos desde el punto de vista formal, así es.
(*) Periodista.
@JorgeSantaCruz1
jlsc.ua@gmail.com
2 comentarios:
Lo que a mí no me queda claro es: ¿qué debe hacer el pueblo mexicano para encarar todo esto?
Saludos
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