jueves, 28 de febrero de 2019


Venezuela: ¡Es el petróleo, estúpido!
¿P
or qué Estados Unidos (EU) no está en guerra con Venezuela si tienen todo ese petróleo y están justo en nuestra puerta trasera? Donald Trump hizo las preguntas en julio de 2017, en sesión de trabajo con funcionarios de seguridad nacional. Los medios no les dieron difusión, pero Andrew McCabe, ex director -entonces en funciones– de la FBI, con una relación profesional y personal difícil y tensa con Trump, las dio a conocer en su libro The Threat (St. Martin 2019), escrito bajo el lema: entre un mundo en caos y otro en orden, está la vigencia del Estado de Derecho. Poco después McCabe, entrevistado por Lawrence O’Donnell de MSNBC amplió el dato: Las palabras del presidente iban con el argumento de un: no entiendo por qué no estamos centrándonos en Venezuela y ¿por qué no estamos en guerra con Venezuela?
Esa ha sido obsesión de Trump desde antes de su arribo a la Casa Blanca, armado de su negacionismo climático al gusto de ExxonMobil, Shell, Chevron-Texaco, BP y Conoco Phillips. En julio de 2018, reforzando a McCabe, Jeremy Diamond de la CNN reveló que según un testigo, Trump había consultado la posibilidad de invadir Venezuela en una reunión de 2017 con expertos en política exterior sobre las sanciones diplomáticas contra la República Bolivariana de Venezuela (RBV).
En 2018/19, John Bolton entrevistado por Trish Regal de Fox Business, en la misma línea y tono de su jefe, habló de lo mucho que está en juego en la crisis política venezolana y mencionó al petróleo venezolano y los beneficios que podría derivar EU. Ese petróleo significará una gran diferencia económica para EU, si lográramos que las compañías petroleras de EU inviertan y gestionen las capacidades del petróleo en Venezuela. (Textual: “ It will make a big difference to the US economically if we could have American oil companies invest in and produce the oil capabilities in Venezuela”). Enseguida EU pidió a sus lacayos, Grupo de Lima (GL), Canadá y Unión Europea, estrechar el cerco a PDVSA, la petrolera venezolana.
Recibe rechazo general la arrogancia y la pose de matón de barrio de Mike Pence hacia México exigiendo, desde el GL, que haga a un lado su política exterior de diálogo, no intervención, resolución pacífica de conflictos y que reconozca a Guaidó, un autoproclamado presidente interino. Ante la ruptura de relaciones de Venezuela con Colombia y Duque teniendo a Guaidó en territorio colombiano, dice la ironía popular desde las redes: ¿no será que Duque teme que Guaidó se autoproclame presidente interino de Colombia?
Trump, Pence, Pompeo, Abrams y Bolton bajo el lema de a PDVSA como al Pemex neoliberal, van por la desintegración de la petrolera venezolana y por la explotación de la magna reserva de petróleo y gas natural.
¿Qué otra cosa sino un vil despojo es el plan, luego del golpe para que sean las petroleras de EU las que, en palabras de Bolton inviertan y gestionen las capacidades del petróleo en Venezuela? Se trata no sólo de la codicia de magnates por lanzar recursos naturales y activos de la RBV al piso de remates y apuestas de Wall Street. El asunto se agrava para EU y lleva a Bolton a exclamar: ese petróleo significará una gran diferencia. ¿Ante la crisis del capitalismo monopólico junto a la debacle del liderato moral e intelectual de un EU bajo el nacionaltrumpismo y la aceleración de un catastrófico calentamiento global?
La debacle hegemónica se agudiza bajo el creciente impacto de los límites geológicos –y financieros– del gas en lutitas. En EU hay gas natural para 95 años sólo desde una muy improbable reserva potencial. Con mucha perforación y suerte, apenas unos 21 años (contados a partir de 2011) de la reserva probable y probada y cuando mucho, hasta el 2022 de la reserva probada. El pronunciado declive y alto efecto invernadero del gas natural (en lutitas o no) es advertido y medido por el geólogo Arthur Berman y por Anthony Ingraffea en materia de fugas de metano.
En los estudios de la prospectiva del gas natural de la Energy Information Administration (EIA) publicados en 2011 mostrando una presunta abundancia del recurso, la EIA, advirtió que sus cálculos contienen “un alto grado de incertidumbre, empezando con la proyección sobre la dimensión de lo que es técnicamente recuperable en relación al gas shale” y advirtió que los cálculos contienen muchos supuestos que a largo plazo pueden resultar falsos. Esas advertencias fueron desoídas por el big oil, en su afán de cabalgar la ola shale, contra las energías limpias y desactivar toda regulación de los gases de efecto invernadero, un afán del capitalismo omnicida endosado por una clase lumpenburguesa imperial y periférica en pos de ganancias vía la aniquilación biológica. Con el largo plazo encima, el big oil y secuaces buscan salidas, con alta criminalidad de guerra, en los activos y riquezas del pueblo venezolano.
Jorge Beinstein, in memoriam.
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lunes, 18 de febrero de 2019

Venezuela: sanciones y asalto
E
l asalto de Estados Unidos y la derecha venezolana contra los gobiernos bolivarianos, desde el golpe contra Chávez de 2002, se acentuó en años recientes. Ahora es un golpismo bajo Elliott Abrams, siniestra figura a quien el periodista Allan Nairn le dijo en persona que sería tema apropiado para una investigación al estilo de Nuremberg. Abrams es el mensaje genocida de Trump a Venezuela, siempre bajo el guión operativo del Comando Sur (CS), que da continuidad a la violencia ejercida contra la población y las estructuras normativas y físicas de la nación desde un implacable programa de sanciones económicas para gestar malestar y asedio. Así lo instruye el guión de Operación Venezuela Freedom 2: medios y voceros deben atribuir a Maduro todas las consecuencias de esa agresión.
Pese al sepulcral silencio que la prensa del establishment guarda sobre las sanciones económicas, esos mismos medios ofrecen información sorprendente en torno al contubernio de Guaidó con el nacionaltrumpismo. El Wall Street Journal (WSJ) informa que la noche del martes 22 de enero, un día antes de que Guaidó fuese ungido por Trump como presidente interino de Venezuela, recibió una llamada telefónica del vicepresidente Mike Pence quien (textual):le prometió que EU lo respaldaría si tomaba las riendas del gobierno de Nicolás Maduro. EL WSJreveló que la llamada nocturna puso en marcha un plan que había sido desarrollado en secreto varias semanas antes, en conversaciones entre personal oficial de EU, aliados, abogados y figuras clave de la oposición venezolana, incluido el mismo Guaidó”. La narrativa del WSJ dice que el miércoles Guaidó declaró ilegítimo al gobierno de Maduro y luego informó al electorado venezolano y al mundo que asumía como presidente encargado. Todo eso después que Pence hizo su promesa y Trump le enviara a Guaidó un tuit-unción declarándolo presidente interino. Inmediatamente, como estaba en el guión, lo reconocieron Canadá, Brasil, Colombia y otros.
Ante esta ópera bufa, en potencia trágica, Maduro rehusó apartarse del cargo y obtuvo el apoyo de Turquía, Rusia, China y Bolivia, mientras México y Uruguay, lejos de aislarse, buscan alternativas no unilaterales ni bélicas. Se advierte el costo humano de una guerra civil y su regionalización, con un EU que vende armas a cuanto grupo o ejército le compre, gestando caos y violencia ¿parte de su gobernanza hemisférica?
La multilateralización de la ecuación mundial de poder da peso a la evaluación sobre las sanciones económicas, presentada a la Asamblea General de la ONU en agosto 2018. Eric Zwesse, (ICH, 10/01/19) informa de la veda de los medios a ese vital texto. Sólo The Independent la publicó en Londres. ¿Por qué?, porque deja escuchar el sonoro silencio de los medios ante la devastación humana de las sanciones y su fraudulenta atribución a Maduro y al socialismo bolivariano. Evidencia las patrañas de Guaidó y lo burdo y mentiroso de la narrativa imperial sobre la Venezuela bolivariana.
Cabe recordar que Guaidó dijo no tener miedo de una guerra civil y que, sin viso de legalidad, pero sí bajo la codicia de Wall Street, aprobó la enajenación de bienes nacionales y la privatización de gas y petróleo. La evaluación de la ONU revela lo podrido del asalto imperialista. No es chiste. Es potencialmente catastrófico.
Coda: el tuit-unción del magnate dice: Los ciudadanos de Venezuela han sufrido durante demasiado tiempo en manos del régimen ilegítimo de Maduro. Hoy, yo he reconocido oficialmente a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, como presidente interino de Venezuela. Es la democracy made in USA.
Pero la evaluación de la ONU entre decenas de párrafos, indica que la población venezolana sufre el régimen unilateral e ilegítimo de sanciones de Trump en violación de toda norma legal. Según el párrafo 36 de la ONU: Los efectos de las sanciones impuestas por los presidentes Obama y Trump y las unilaterales medidas de Canadá y de la Unión Europea directa e indirectamente agravaron la escasez de medicinas, como la insulina o las drogas antirretrovirales. En tanto, las sanciones económicas han causado atrasos en la distribución y por tanto contribuido a muchas muertes, las sanciones contravienen las obligaciones en torno a los derechos humanos de los países que las imponen. Bajo el artículo 7 del Estatuto de la Corte Penal Internacional (CPI), las sanciones llegan a ser crímenes de guerra. Sería apropiada una investigación de la corte. Pero la sumisión geopolítica de la CPI lo impediría.
P. 44: Aunque la situación de la República Bolivariana de Venezuela todavía no llega al umbral de una crisis humanitaria, hay hambre, desnutrición, ansiedad, angustia y emigración. Lo que importa es estudiar las causas de la crisis, incluyendo factores descuidados de las sanciones, sabotaje, acaparamiento, mercado negro, inflación inducida y contrabando de comida y medicinas.
Facebook: JohnSaxeF

lunes, 4 de febrero de 2019

Venezuela: botín ambicionado (I)
S
egún Paul Craig Roberts, ex subsecretario del Tesoro para la Política Económica de Estados Unidos (EU) durante la administración de Reagan y Caballero de la Legión de Honor de Francia, la vorágine de atropellos económico-militares y de propaganda desatada por Washington contra Venezuela se debe a que Maduro, como Chávez, ha cometido el crimen imperdonable de representar los intereses del pueblo venezolano y no el de las corporaciones e intereses financieros de EU. La suya es una ironía repleta de indignación, ante las poses y pronunciamientos de los Pompeos, Boltons y Abrams, altos exponentes del unilateralismo belicista y económico que impera en EU desde las masacres en Afganistán, Irak, Libia etcétera, perpetradas a la sombra del 11/S. Trump se hace rodear de monroístas de la guerra fría: no sólo juegan con el estado de derecho en EU, a la Elliot Abrams. También rompen abiertamente con el derecho internacional y con la paz mundial. Es necesario agregar que, como el gobierno de Chávez, el de Maduro considera que Venezuela es una nación cuyo Estado tiene jurisdicción sobre su territorio. No es, como plantea el unilateralismo de hueso colorado ahora rampante en EU, un depósito repleto de recursos naturales.
La ofensiva del unilateralismo bélico y bancario-financiera viene de tiempo atrás. Ya Trump amenazó a Caracas con una intervención militar. Es el mismo lenguaje amenazante desde un bárbaro despliegue de sanciones económicas que atacan de manera feroz a la población, como en Irak y Libia. En esas sanciones, que las agencias noticiosas y los analistas de Televisa, DW y otras, nunca mencionan, se realizan operativos en función de aquello de que: todas las opciones están sobre la mesa. Lo que se oculta es que el operativo militar ya está en curso desde tiempos de Chávez bajo la Operación Venezuela Freedom 1 y 2. Ahora la ofensiva está al mando de Abrams, pieza clave en el escándalo Irán- contras.
Dada la centralidad de lo militar en el dispositivo golpista, no es casual que Roberts recuerde a Smedley Buttler, un teniente general de los marines, quien en 1935, desde el alto rango y honores que mereció, sintetizó el papel de los militares de EU en América Latina y el Caribe así: “la mayor parte de mi tiempo actué como un matón de alta categoría al servicio de las grandes empresas de Wall Street y de los banqueros. En breve, fui una suerte de matón del bajo mundo criminal (racketeering) al servicio del capitalismo”. La amenaza de Trump/Bolton y ahora Abrams, se encamina a instaurar una gobernanza de corte colonial en el hemisferio bajo un estado de excepción y de su bota militar. En el caso de Venezuela y Sudamérica, el Comando Sur del Pentágono se articula con el Departamento del Tesoro, dueño de 51 por ciento del Banco Mundial, según Joseph Stiglitz, ex primer economista de ese banco.
La retórica librecambista del hegemón en aparente repliegue hacia el hemisferio, queda hecha trizas. La clase gobernante de EU no es afecta a las fuerzas del mercado, sino a las fuerzas armadas para acceder a la riqueza y territorio de los pueblos al sur del Bravo y del orbe. La diplomacia de fuerza desplegada contra Caracas, incluye una millonaria ofensiva económica y mediática semejante a la embestida contra Chile (Allende) Irak y Libia. Gobernar para el pueblo venezolano significa cometer el pecado mortal mencionado por Roberts. Para EU, Venezuela es un botín y para los regímenes de derecha también, lo que los induce a articular los lineamientos de las lumpenburguesías locales, satisfechas con una co-participación en la apropiación del excedente. Esas derechas también se arriesgan a la devastación humana y de infraestructura de las guerras de agresión con las que ahora Trump et alamenazan a Venezuela. En esta dirección las torpezas y limitaciones de la derecha brasileña colocan en grave riesgo a la parte mayor de la Amazonia.
Sobre el botín, información pública oficial de EU (CIA, NSA, DIA, etcétera) recabada por Bryan González Hernández, candidato doctoral en la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), Heredia, indica que Venezuela ejerce jurisdicción sobre la mayor reserva petrolera del mundo, estimada en 300 mil millones de barriles. Venezuela es el octavo país del mundo con las mayores reservas de gas natural, 1.5 billones de metros cúbicos; 14 mil millones de toneladas de hierro; 7 mil millones de toneladas en reservas de oro; 10 milmillones de toneladas de carbón;6 mil millones de toneladas de bauxita.
Posee coltán (electrónica) y torio, para energías limpias. Abunda el agua. La hidroelectricidad representa 58.32 por ciento de toda la generación eléctrica. El territorio contiene abundante biodiversidad (tiene territorio amazónico.) Por su cercanía, el costo del transporte del petróleo venezolano a EU es menor que del Golfo Pérsico.
Al margen de la Constitución de EU y del derecho internacional, la criminalidad de Estado se usa y abusa para la obtención de esos recursos.
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