lunes, 26 de noviembre de 2018

Mangoneo bancario-financiero
C
reo que los entes gigantes de la banca/finanzas (de Wall Street-WS) siguen siendo demasiado grandes para dejar que quiebren (too big to fail, TBTF). Si se hunden, hunden la economía y eso les garantiza los rescates. Neel Kashkari sabe lo que dice: fue el administrador del rescate bancario –700 mil millones de dólares– luego que estalló la debacle financiera que siguió a la quiebra de Leh-man Brothers (septiembre de 2008). Kashkari expresó su preocupación a la Brookins Institution. Dijo que la casi certeza del rescate induce la especulación y la toma de riesgos con el dinero de sus clientes.
A la fusión de bancos con firmas de inversión que genera entes TBTF agrégase que Trump presentó y el Senado aprobó en marzo nueva legislación que debilita los instrumentos de freno a la especulación contenidos en la Ley Dodd-Frank de 2010 para aminorar la amenaza de otra debacle. La preocupación de Kashkari, también de Elizabeth Warren y Bernie Sanders, entre otros, es válida en México, cuya banca es mangoneada en su casi totalidad por sucursales cuyas matrices son los TBTF-WS.
La información develada sobre el rescate estremece. Atilio Borón (biblioteca.clacso.edu.ar ), corroborado por Sanders, indica que el rescate fue inmenso. Recuerda que luego de una auditoría a la Fed de GAO, se supo que además de los 700 mil mdd se canalizaron 16 billones (trillones, en inglés) a los TBTF-WS de los que 2.5 billones fueron para Citigroup.
Sanders ofrece datos clave sobre los seis principales bancos TBTF-WS: JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup (Banamex), Wells Fargo, Goldman Sachs y Morgan Stanley: controlan activos equivalentes a más de la mitad del PNB de EU, que en 2017 fue de 18 billones, 45 mil mdd. Los primeros cuatro bancos, Citigroup (la matriz de Citibanamex) incluido, crecieron 80 por ciento, desde la posición que tenían antes del megarrescate. En EU tenemos una suerte de socialismo para los muy ricos. Una verdadera oligarquía, dice Sanders, sanders.senate.gov. Propone que no debe permitirse bancos fusionados con firmas de inversión a un nivel en que su quiebra represente un riesgo catastrófico para millones de ciudadanos o que coloque en riesgo a la economía de la nación.
Eso fue replanteado por Sanders y el diputado Brad Sherman de California como iniciativa de ley en octubre pasado. Va por la transformación legal de los TBTF, que pasan a la categoría de too big to exist, TBTE (demasiado grandes para existir). En la pasada década, luego de la devastación de 2008 los primeros cinco bancos más grandes acumularon ganancias por 583 mil mdd. El riesgo total y combinado de los seis bancos más grandes fue de 13 billones de dólares, mientras el PNB de EU en 2008 fue de: 14 billones 713 mil mdd. La iniciativa de lLey Sanders/Sherman limitaría a los grandes bancos y firmas financieras a un crecimiento conjunto no mayor a 3 por ciento del PNB. La iniciativa también incluye a compañías de servicios no bancarios: Prudential, MetLife y AIG. Las sucursales de esos seis TBTF más Bancomer (España), dominan e inciden en las decisiones de la banca mexicana y de la banca central de allá (Fed) ¿y de acá (BdeM) no?
En EU los TBTF forman parte de los consejos regionales de la Fed, por lo que el peso de los TBTF-WS en el regulador que los regula es considerable: allá y acá sus TBTF-WS imponen las alzas en las tasas de interés al menor indicio de inflacióno sea: según circunstancias y conveniencias (Sanders NYT, 23/12/15) como ablandar a Morena. Es en este contexto y no en un mercadoque se inquieta, donde ocurrió la estampida bancario/financiera ante una iniciativa de ley de Morena presentada por el senador Monreal, para moderar las abusivas comisiones que cobran aquí las sucursales de los TBTF-WS que mangonean en México. Van por la especulación y no la producción.
No por estar inquieto el mercado, el desplome de la bolsa y el aumento en la tasa de interés dejan de percibirse como disciplinamientos preventivos, un: no tocar la banca ni con el pétalo de una rosa. El dispositivo estuvo bien coordinado, pero mal calibrado por prematuro y excesivo ante un intento justo: poner en orden unos mecanismos desorbitados de extracción de excedentes y transferencia al exterior, como bien juzgó un colega.
La capacidad para regular lo bancario y financiero es esencial a toda transformación y al no les voy a fallar de AMLO como respuesta a un compromiso estratégico con la meta del desarrollo y el bienestar económico y social. En 2008, Emir Sader advirtió la necesidad de un diseño que “reglamente la circulación del capital financiero, que centralice el mercado de cambios, que penalice con altas tasas las inversiones especulativas, que someta en los hechos y directamente los bancos centrales a los gobiernos, que dé prioridad a lo social sobre la dictadura de la economía y que promueva centralmente el mercado interno de consumo de masas…”
facebook: JohnSaxeF


jueves, 8 de noviembre de 2018

Riesgos mundiales
E
l arribo de la ultraderecha bolsonaria, residuo metabólico, excreción electoral de la corrupción judicial brasileña vía la lawfare (guerra judicial) auspiciada por Washington, expresa alta toxicidad en su propensión para acelerar el colapso climático antropogénico devastando la biodiversidad amazónica. Ese fenómeno que abre las puertas a la ampliación planetaria de la aniquilación biológica, se registró en momentos en que la Casa Blanca, bajo fuerte impulso de la unilateralidad agresiva, no sólo mercantil, también bélica, envió a su encargado de Seguridad Nacional, John Bolton, pleno de virulencia belicista hacia el Kremlin, para hacerle saber personalmente a Vladimir Putin la intención del gobierno de EU de retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF, por sus siglás en inglés), con la certeza compartida por emisario y receptor, de que la movida incrementa el orden de probabilidad de conflagración militar/nuclear en territorio europeo.
La vieja síntesis estratégica de EU, en las palabras toscas y brutales del entonces senador Harry Truman, en momentos en que Hitler lanzaba la Operación Barbarroja (junio 1941) contra la URSS en el sentido de dejar que alemanes y rusos se masacren entre ellos lo más posible y luego entramos nosotros, es anacrónica en un mundo de armas termonucleares desplegadas en cientos de misiles cargados de números indeterminados de vehículos de re-entrada, múltiple e independiente (MIRV) a la atmósfera, eso sí, en riesgoso estado de máxima alerta (hair-trigger). Iniciada una guerra nuclear, con tecnología capaz de demoler de manera simultánea grandes urbes localizadas a miles de kilómetros unas de otras, una vez lanzada la primera arma nuclear sería intensificación bélica vertiginosa. Para Michel Chossudovsky y otros analistas, una guerra nuclear difícilmente se mantendría limitada.
Y aquí es donde confluyen lo nuclear y lo climático con la ya de por sí alarmante pérdida acelerada de biodiversidad planetaria, aún sin una tercera guerra mundial. Ese sería un evento terminal con alta probabilidad, tanto de “aniquilación mutua y asegurada, entre EU y Rusia, como de extinción de la biosfera planetaria. Se trata de un campo de batalla, de un contexto, de alta fragilidad biológica por el funcionamiento normal del capitalismo como lo conocemos.
El fenómeno incluye el acelerado deterioro de los tamaños de la población de vertebrados. Estudios recientes indican que ese es indicador inequívoco de una erosión masiva de la biodiversidad de corte antropogénico. Esas fuentes registran una disminución extremadamente alta de pérdida de la población de vertebrados, aun de especies comunes. En la revista de la Academia Nacional de Ciencias de EU se apunta que eso está en la base de lo serio que es para la humanidad que la Tierra experimente un evento de sexta extinción de especies(PNAC 2015 y 2017).
Mientras tanto la comunidad científica desde la ONU advirtió que sólo se cuenta con una docena de años para adoptar urgentes medidas que mantengan el aumento del calentamiento global en un máximo de 1.5 °C desde la era preindustrial. Medio grado más y serían severas (catastróficas) las sequías, inundaciones, calores extremos, aumentos en niveles oceánicos, derretimiento de los polos, pobreza y expulsión climática de millones.Se requieren cambios y medidas urgentes, sin precedente en energía y transporte para limitar el aumento en 1.5 °C. Esa meta es costeable y factible. La diferencia de medio grado (2 °C) es dramática. Con 1.5 °C habría hielo en el Ártico durante la mayoría de los veranos, pero con 2 °C esa probabilidad sería 10 veces menor, afectando el hábitat de osos polares, ballenas, focas y aves marinas. Con 1.5 °C, 14 por ciento de la población mundial sufriría olas de calor extremas. Con 2 °C se afectaría a más de una tercera parte del planeta.
En el contexto de esta fragilidad de la biodiversidad planetaria, EU toma medidas que aumentan las emisiones de gases de efecto invernadero y la carrera armamentista. Al rechazar EU el INF de 1987 afecta la estabilidad estratégica. Igual ocurrió con la abrogación del ABM en 2002 que se acompañó de cuantiosas ventas de cohetería antibalística a países colindantes con Rusia, parte de la agresiva expansión de la OTAN hacia las fronteras rusas.
Robert Gates, ex secretario de Defensa de EU reveló a CNN que Serguéi Ivanov, ex ministro de Defensa ruso, manifestó el deseo de retirarse del INF. Once años después, esa abrogación aumenta el riesgo de guerra (nuclear) entre Europa y Rusia. Gates sabe que la vigencia del INF obstaculiza una guerra nuclear anhelada por grandes contratistas e imprudentes asesores, Peter Navarro y John Bolton entre otros, quienes no valoran la importancia de la paz, en un planeta de integridad biológica en colapso. Desvían recursos, hoy en día cruciales para la masiva y necesaria movilización contra el colapso ecológico en curso.
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