jueves, 24 de diciembre de 2015


París: secuestro corporativo (I)
John Saxe-Fernández, La Jornada a Jueves 24 de Diciembre de 2015.
C
on marchas y plantones modulados por el ambiente de inseguridad posterior al 13/11, en medio de arrestos domiciliarios, criminalizando la protesta y, eso sí, con expresiones de alta creatividad en rechazo a la desfachatez y desfase entre el secuestro corporativo de la COP21 y las graves advertencias de la comunidad científica sobre el desbordado calentamiento global en curso, con miles de desobedientes exigiendo justicia climática para los millones del mundo, es necesario preguntar ¿por qué la Ciudad Luz que albergó la COP21 fue mutada en sangriento teatro de la guerra global antiterrorista desplegada, con vocación inquisitorial, por Estados Unidos? Es un hecho significativo que las transacciones entre cabilderos y sus clientes ocurrieron en medio de una ley marcial que operó bajo principios y mecanismos de la homeland security.
¿Por qué inhibir la gran marcha de más de 200 mil asistentes, esperados el 30 de noviembre, para así marcar el arranque de esta crucial COP que, dijo James Hansen, eminente e histórico climatólogo, luego de su desenlace, resultó una farsa? ¿Fue porque ya desde la Cumbre Climática Mundial de los Pueblos, Tiquipaya, Bolivia (Octubre 10-12, 2015) 3 mil indígenas, campesinos y ambientalistas de 40 países plantearon construir una gran alianza de los pueblos del sur con los pueblos del norte que podría expresarse en las calles parisinas, para lanzar ungran movimiento mundial ante la lamentable captura corporativa de las COP, que inhibe, hasta ahora, todo freno al colapso climático en curso, un asalto atmosférico de las grandes corporaciones que infiltran su afán de lucro en la dinámica estatal y de las COP0? Son monopolios registrados y regulados por países centrales que, de espaldas a la ciencia, se niegan a la justicia climática y a la reducción drástica y vinculante de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) pero gastan en la OTAN más de 9OO mil millones de dólares que, dijo Evo Morales el 10 de octubre, usan para intervenir países so pretexto de terrorismo, en pos de sus recursos.
Desde la revolución industrial se dio un aumento de 1ºC y ya hemos visto amplios impactos de consecuencia real para la gente, dijo Chris Field, climatólogo de la universidad Stanford (The Guardian, 10/10/15) y advirtió que debemos esforzarnos por limitar cualquier aumento, lo más abajo de los 2º C que sea posible. Sin embargo esto requiere un nivel de entusiasmo que todavía no vemos, en referencia a que los compromisos voluntarios de los países para la reducción de GEI registrados hasta el primero de octubre (fecha límite) son insuficientes y no vinculantes. Sin mecanismos efectivos, la COP21 quedó lejos de los niveles necesarios para evitar aumentos de temperatura con efectos catastróficos sobre la producción alimentaria, acidificación oceánica, sequías, desertificación, reservas de agua y el derretimiento de polos y glaciares, con las correspondientes alzas en los niveles marítimos.
Hansen et al estiman que sin recortes drásticos en los GEI, se observarán alzas de cinco metros en esos niveles en un plazo tan corto como la segunda mitad de este siglo,inundando muchas ciudades del mundo, incluidos Londres, Nueva York, Miami, ShanghaiMás de la mitad de las ciudades del mundo están en riesgo. En entrevista agrega: Si usted habla con los glaciólogos en privado le dirán que están muy preocupados ya que estamos acumulando mucho más aumentos significativos en los niveles oceánicos de lo que nos dicen los modelos sobre plataformas de hielo. Los costos del “seguir como vamos” son incalculables. Y remata: estamos hablando de cientos de millones de refugiados de lugares como Paquistán y China. No podemos permitir que esto ocurra. La civilización se construyó y estructuró a base de líneas costeras estables y constantes.
Kevin Anderson, del Centro de Investigación Tindall sobre el clima y profesor de energía de la Universidad Manchester, advirtió, en entrevista con Amy Goodman (democracynow.org/es) que con compromisos voluntarios vamos a los “3º o 4º C de temperatura, algo de por sí inmenso como promedio mundial, pero en el planeta hay más agua que tierra ,así que por esta ruta, podemos llegar a 4º, 5º C, o es posible, 6º C de aumento”.
Por afirmar que la COP21 fue un fraude, Hansen fue amonestado por Kerry, secretario de Estado de Estados Unidos que debería saber, como aclaró Galileo hace 382 años, que las leyes de la física no son negociables ni están a merced de las veleidades de oligarquías corruptas y glotonas. Antes de maquillar la faz del colapso climático antropogénico (CCA) y dado lo que está en juego, es más ético decir al público, con dato duro y palabra clara, la realidad de las COP y la magnitud del riesgo. Para los inquisidores pesan más los negocios del uno por ciento de Estados Unidos que según Anderson lanza a la atmósfera ¡2 mil quinientas veces! más CO2 que el uno por ciento a nivel global, que frenar el CCA, gran amenaza a la vida planetaria y a la civilización.

jueves, 10 de diciembre de 2015

La criminalidad del encubrimiento climático
John Saxe-Fernández, La Jornada a Jueves 10 de Diciembre de 2015.
E
stados Unidos es una oligarquía con capacidad ilimitada para el soborno político, que se expresa en nominaciones para presidente o para elegir al presidente. Esa observación del ex presidente Carter, en respuesta a la deplorable decisión de la Suprema Corte (abril, 2014) de eliminar límites a los donativos para las campañas electorales, está en la base de una riesgosa descomposición vinculada a la financiarización y militarización de Estados Unidos, potencia en crisis hegemónica una de cuyas expresiones se detecta en la COP21 y en la tolerancia estatal ante la criminalidad del encubrimiento climático de las grandes petroleras, mientras en París está en vilo la civilización y más que eso, se juega con la extinción acelerada de las especies, incluida la nuestra, por los efectos bio-ecológicos del calentamiento global en curso, cuya ventana de oportunidad para evitar una catástrofe climática irreversible se cierra rápido, según advirtió el secretario general de la ONU.
En las diversas etapas de la centralización y concentración del poder monopólico y oligárquico en Estados Unidos, analizadas por C. Wright Mills, Sweezy, Barán y Domhoff, resalta hoy el gran poder del aparato financiero vinculado al del estratégico eje de acumulación energético fósil (carbón, petróleo, gas, máquina de combustión interna, electricidad, carreterización, petroquímica, etcétera). Pero esa oligarquía, de astronómica capacidad y orientación hacia la criminalidad de Estado, que acompañó al ascenso (y ahora al descenso) hegemónico de EU, no es monolítica ni a nivel nacional o internacional: presenta fisuras que se hacen más profundas ante los retos y calamidades de lo que algunos analistas perciben como un muy precipitado y riesgoso descenso hegemónico. Las fisuras de las coaliciones de clase formadas incluso dentro de la poderosa fracción fósil y bancaria, se profundizan.
La continuidad en la política de seguridad entre Bush II y Obama persiste, pero los costos para el demócrata se acrecientan debilitando el liderato intelectual y moral que, junto al dominio policial/militar es eje central de toda hegemonía: en el París post-ataques, la potencia hegemónica está afectada por su papel en el fomento del Estado Islámico (EI). Como indiqué en otro artículo, el general Michael Flynn, ex director de la Agencia de Inteligencia Militar de Estados Unidos (DIA) confirmó (textual) el impulso de la Casa Blanca a los grupos que formarían EI y Nusra. En entrevista, Flynn dijo dos veces que esa fue una decisión a sabiendas (a willful decision) y aclaró que las políticas que llevaron al surgimiento del EI, no fueron resultado de la ignorancia o de mirar al otro lado, sino una decisión consciente. A esto se añade el deterioro del liderazgo de Estados Unidos ante las expectativas de muchos gobiernos como el francés y ruso, de que de París debería salir un acuerdo vinculante, descartado por Obama y Kerry, reflejando así la influencia de quienes hacen de las emisiones de GEI la base de sus negocios. Siguen a William Clinton, que no envió el Protocolo Kyoto al Senado y a Bush II, que no dudó un segundo en acatar el consejo de Exxon/Mobil de no apoyar ese Protocolo.
Mientras en Nueva York, Exxon, la mayor petrolera del mundo que resiste y ha logrado retrasar todo intento por el control de los GEI presiona a periodistas, estudiantes, a una profesora, al Presidente y Consejo de la Universidad Columbia ¡incluido el Fondo de los Hermanos Rockefeller! por informar (Los Angeles Times Oct 9 y 23, 2015) sobre el encubrimiento climático que perpetró la petrolera con otros, durante cuatro décadas. Esto junto a una sistemática campaña contra la ciencia climática y el apoyo millonario a grupos negacionistas del calentamiento global antropogénico. La documentación muestra que por décadas Exxon lideró la investigación climática y estaba informada y advertida por sus propios científicos de que la emisión de GEI calentaba el planeta, un conocimiento de la ciencia climática que Exxon utilizó en sus cálculos para invertir en el Ártico, por lo que el procurador de Justicia de NY procedió a investigar la firma. Sharon Eubanks, ex abogada del Departamento de Justicia de EU (DOJ) que llevó el juicio contra las grandes tabaqueras por desplegar a lo largo de 50 años una pauta de actividad ilegal como parte de una empresa que es propiedad o es controlada por aquellos que realizan la actividad delictiva, centrada ésta en una campaña deliberada para sembrar duda sobre los peligros de fumar tabaco, hizo un llamado al DOJ para que proceda a investigar a las grandes petroleras por reclamos semejantes: encubrir y desplegar propaganda deliberada para engañar al público sobre los riesgos de su producto. Para Eubanks la documentación revelada hasta ahora amerita la acción del DOJAcusamos a las tabaqueras de mentir sobre el cáncer. Hagamos lo mismo a las petroleras sobre el cambio climáticoEsto es mucho más importante.