jueves, 24 de julio de 2014

La revancha de Washington
John Saxe-Fernández, la Jornada a Jueves 24 de Julio de 2014.
L
a población, la soberanía, el abasto energético y la integridad territorial, para no mencionar la cuenta pública –en particular su sector externo–, están en riesgo por la pulverización y la extinción/extranjerización en curso de Pemex y la CFE: es la revancha de Washington ejecutada por la mayoría PRI-PAN.
Esta regresión histórica contra la nacionalización petrolera, formalizada en diciembre 2013, consumada en las leyes secundarias, entrega la renta del petróleo a los monopolios extranjeros nacionalizados por Cárdenas (big oil) y a la voraz plutocracia, cómplice además con EPN del despojo de tierras y bosques a ejidatarios, propietarios, pueblos y comunidades indígenas: desquite que consagra saqueo, privatización y corrupción bajo el alto nivel de discrecionalidad, centralización y opacidad otorgado al Ejecutivo en el manejo de este colosal asalto. Privatización y corrupción son los ejes que enlazan una revancha en que está en juego todo México.
En materia de contratos el PRIANignoró la objeción de la senadora Dolores Padierna de que la ley de hidrocarburos no explica sus modalidades, concediendo un alto grado de discrecionalidad a la Secretaría de Hacienda, que los otorgará y definirá el monto de la renta que se pagará a los contratistas (La Jornada, 19/7/14, p. 5). Y en materia de regulación se politiza el proceso bajo una suerte de comités de reguladores, presididos por el secretario de Energía. Las leyes secundarias se tramitan al vapor. No en medio de un gran debate nacional sino, como durante Salinas y Zedillo, de una multimillonaria catarata de spots para otro festín privatizador, esta vez con el legado petrolero y eléctrico de la nación como plato fuerte para el big oil y su persuasivo cabildo.
Es una película vieja, novanguardista, como dicen vendepatrias vergonzantes. La vimos el siglo pasado cuando los programas de ajuste estructural (PAEs) del FMI-BM-BID, repletos de jugosos empréstitos –y comisiones– lanzaron una ola privatizadora bajo el modus operandidel capitalismo de amiguetes. De ahí surgió una veintena de megamillonariosForbes.
Entre 1988 y principios de los 90 fueron más de 10 mil las privatizaciones de empresas públicas en el mundo, cuadruplicándose al sur del Bravo. Entre 1988 y 1994 en centro y periferia capitalista se vendieron a precio vil 3 mil empresas públicas por 110 mil millones de dólares (mmd), muchas como Telmex en números negros. Como hoy, los conflictos de interés se dieron a granel. Zedillo subastó los ferrocarriles y fue premiado: pasó de presidente a asesor y/o funcionario de ferroviarias y otros monopolios privados que favoreció desde Los Pinos.
Con las privatizaciones se acentuó la concentración del poder y la riqueza para el uno por ciento y se forjó un abismo de informalidad económica, desempleo, explotación, miseria y violencia criminal para el 99 por ciento. Proliferaron los monopolios privados, los subsidios y favoritismos para cuates-contratistas, los precios al alza y el deterioro de los servicios. La desregulación nos dejó sin banca nacional y sin crédito para la industria.
Peña et al van a contracorriente. El rechazo sudamericano a lo que en México Morena, El Barzón y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala llaman el atraco a las mayorías, se repite en Europa al aumentar el malestar social ante el manejo clasista de la crisis, la tolerancia a la bofetada de los sueldos de banqueros y CEOs de firmas privatizadas que ganan 50 veces lo que sus antecesores. Mientras la desregulación estatal aquí y allá llena los bolsillos de inversionistas/especuladores a ritmos de entre el 419 y 500 por ciento, el hogar promedio entra a la informalidad y los activos pasan a manos extranjeras. Veinte años después se revisan las privatizaciones y aumenta el endoso a la renacionalización de servicios y sectores estratégicos (agua, electricidad, transporte, educación) porque las tarifas de energía aumentaron en promedio 140 por ciento, la gestión del agua 74 por ciento –sin mantenimiento, las fugas el 30 por ciento–; los boletos en tren privado subieron allá entre 100 y 200 por ciento. Aquí lo cancelaron para contener lamigración forzada a Estados Unidos y el país mutó en brutal colchón migratorio lleno de fosas clandestinas y crímenes de lesa humanidad.
Stiglitz anticipó que los promotores de la privatización al sobreestimar sus beneficios y subestimar los costos políticos alientan grandes estallidos sociales. Para un pueblo obligado a pagar lo que se les antoja a lasasociaciones público-privadas por transporte, agua, educación, uso de vías rápidas, salud, etc. es guerra de clase, mientras la cúpula neoliberal a cargo de los PAEs recibe suntuosas comisiones legales en cuentas suizas. A los PAEs Stiglitz los llamó empréstitos de sobornización. Los 557.7 millones de dólares del BID, parte de un paquete de empréstitos a México por 3 mil 778 mdd para infraestructura, además de engrosar la deuda pública, sirven para dar fluidezal máximo saqueo en la historia del pueblo mexicano.

jueves, 10 de julio de 2014

Vía rápida al abismo
John Saxe-Fernández, La Jornada, Jueves 10 de Julio de 2014.
E
l cuadro que describen las múltiples observaciones científicas sobre la dinámica climático/biológica registrada en 2013 y en lo que va de 2014 es tan amenazante, su orden de magnitud tan vasto y su compresión temporal tan sorprendente, que resulta vital preservar nuestra capacidad de imaginación, sorpresa o desasosiego conceptual. Como se asienta con solidez desde estudios e investigaciones ventilados por las principales instituciones y órganos de difusión de la ciencia contemporánea, más que en un cambio climático, vivimos al borde, si no es que en medio, de una ruptura o colapso climático antropogénico (CCA) en que están en juego la vida y la civilización. DesdeScience se advierte que el aumento en la severidad de eventos tipo CCA en los próximos años es atribuible a la inercia en torno a las emisiones de gases con efecto invernadero –(GEI) CO2, metano– (que) crea un potencial de calentamiento global para el siglo 21 comparable en magnitud a los mayores cambios de los últimos 65 millones de años, pero en órdenes de magnitud más rápidos(www.ciencemag.org/special/climate p. 486).
Las llamadas de atención de la comunidad científica sobre el CCA no cesan, en particular, como dicen N. Diffenbaugh y C. B. Field, en un contexto de extenso uso y degradación del suelo, junto a cambios en la frecuencia y severidad de eventos extremos (Ibidem). El acortamiento de los plazos y el aumento en la temperatura se acentúan. Uno de los modelos más avanzados sobre el clima Ártico confirmó la observación de Peter Wadham, profesor de física oceánica de la Universidad Cambridge, de que habría un mar Ártico sin hielo en el verano de 2015, es decir, 85 años antes de lo previsto, con impactos militares, comerciales y ambientales por la explotación de petróleo, gas y minerales. De su lado la Organización Mundial de Meteorología (WMO, en inglés) anunció que en abril de 2014 “por vez primera en la historia humana se registró un nivel atmosférico de CO2 de 400 partes por millón (ppm) llegando a un ominoso umbral del cambio climático que continuaría en 2015 y 2016. Captada en el observatorio de Mauna Loa la cifra es más de 100 ppm más alta que en cualquier momento del último millón de años y quizá sea mayor que en los últimos 25 millones de años, por lo que Michel Jarraud, secretario-general de WMO, advirtió que el tiempo se agota...Si vamos a preservar nuestro planeta para las generaciones futuras, necesitamos acción urgente para frenar nuevas emisiones de estos gases con efecto invernadero (Reuters).
Ya los eventos severos están aquí y el impacto a futuro es grave: en mayo el programa sobre hielo polar de la NASA y Universidad de California informó que...inició un colapso masivo de la capa de hielo en la Antártida occidental, probablemente imparable, que causará un aumento inevitable de los niveles oceánicos globales. Se prevé que el evento culmine a fines de siglo, pero los científicos advirtieron que podría ocurrir antes por la intensificación de la ruptura climática antropogénica, según sintetizó Dahr Jamal (truthout.org). En 2012 la National Science Foundation de EU informó de una investigación paleoclimática cuyo principal científico dijo que el estado natural de la tierra con los niveles actuales de dióxido de carbono (entonces de 396 ppm) corresponde a niveles oceánicos de unos 70 pies más altos.
Pero por encima del enorme riesgo para la biosfera y para 99 por ciento, están los intereses del 1 por ciento y de los cabildos del petróleo, gas y carbón, que niegan o trivializan la encrucijada. A fin de calibrar el peso de esos intereses y de la inercia hacia el abismo, nada mejor que revisar el Informe Especial sobre Inversión Mundial en Energía, 2014 de la Agencia Internacional de Energía (AIE), París Francia: de hoy hasta 2035 la inversión mundial acumulada en energía se estima en 48 billones (millones de millones) de dólares. De esa cantidad 40 billones se destinan al suministro energético y el resto a la eficiencia energética. La tajada mayor de 23 billones del rubro sumistro va a los combustibles fósiles y 10 billones se destinan a plantas generadoras, de los que 6 billones son para las energías renovables –bajas en carbono– y un billón para la muy peligrosa nucleoelectricidad, además de 7 billones para la transmisión y distribución de electricidad (p11). De los 8 billones eneficiencia energética hacia el 2035, el 90 por ciento se invertirá en transporte, edificios y áreas potenciales para la eficiencia (Ibidem).
Como bien sintetizó Fatih Birol, economista en jefe de la AIE, hay un gran desencuentro entre las metas del cambio climático y las acciones que se toman en torno al mismo. El estudio revela que la racionalidad y la ética están ausentes en la estructura y dinámica que asociamos al capitalismo del siglo XXI en que ni el colapso climático, mucho menos el futuro de la vida, de las generaciones actuales y de las que siguen, son de urgencia mayor.