jueves, 29 de agosto de 2019

Planeta en llamas
A
l envalentonar la codicia de ganaderos, granjeros, agribusiness y de la minería, anunciando la desregulación ambiental, anulando el reconocimiento de los territorios indígenas donde la desforestación es mucho menor al resto de la Amazonia, o anunciando que fusionaría el Ministerio de Medio Ambiente con el de Agricultura, dominado por ese sector, Jair Bolsonaro decretó el fin de la lucha contra la deforestación amazónica. Con Lula (2003-2011) la desforestación cayó 83 por ciento; intensificándose ahora junto a una inusitada explosión de incendios forestales desatados para limpiar y ampliar terrenos agrícolas y ganaderos. Bolsonaro también decidió acompañar a Trump en su omnicida negacionismo climático, alentando la depredación de la mayor y más biodiversa selva tropical del mundo, donde se concentra 12 por ciento del agua dulce del planeta y una tercera parte de las especies vivas. Es un bienvenido sumidero del dióxido de carbono (CO₂) que calienta al orbe.
Bolsonaro agrede a sus ciudadanos y coloca en riesgo su jurisdicción soberana sobre ese vasto espacio, además de que parece no saber que afecta la seguridad de otras naciones al atacar la mayor concentración de biodiversidad planetaria y desde lo geopolítico, al poner en grave riesgo a uno de los principales componentes del sistema terrestre. Sumemos también la amenaza existencial por la desforestación como componente del colapso climático antropogénico (CCA) que enfrentamos y que es necesario frenar de inmediato. Quienes gobiernan las dos principales potencias territoriales y económicas de este hemisferio van por la aniquilación biológica, frenando a la humanidad en su lucha contra los fuertes intereses de los emisores dominantes de los gases de efecto invernadero (CO₂ y metano, entre otros) que se acumulan en la atmósfera. El CCA se intensifica.
Téngase presente que como diputado, Bolsonaro fungió al lado del cabildo agroindustrial de los productores de soya y carne que, junto a la minería, se les vincula con la deforestación de la Amazonia. Como indica Paulo Amaral de Imazon (Belem), Brasil está entre los mayores exportadores de ambos productos. Según reporta Andy Robinson (lavanguardia.com nov/ 2018) un nuevo estudio de Imazon estima que el programa de desregulación medioambiental de Bolsonaro supondría más que duplicar el ritmo de la desforestación amazónica en los próximos 10 años. Este gobierno secuaz de Trump, flexibilizó los controles ambientales y además, como se indica en nota de Felipe Betim “La Amazonía sin ley de Bolsonaro (El País 24/agosto 2019), aceleró la pérdida de vegetación.
Es temeraria la amenaza de alentar la extracción minera en tierras indígenas, cuya población por cientos de años ha sabido convivir con la naturaleza, desarrollando una vital y equilibrada relación con la inmensa biodiversidad amazónica a la que respeta y fortalece.Ya en Rondônia, en el territorio indígena de los uru-eu-wau-wau, la naturaleza arde, algo que, ilustra Betim, ha estado denunciando Ivaneide Bandeira, de una Asociación de Defensa Etno ambiental: “el humo que sale de la reserva indígena viaja 400 kilómetros y llega con fuerza a Porto Velho, la capital de Rondônia. Se ve una espesa niebla, que hace que apenas se pueda respirar. Los centros de salud están abarrotados. ‘En mi barrio la sensación es que el mundo se está cayendo sobre nosotros’” (Ibidem)
Agréguese el irresponsable recorte presupuestal a servicios de mantenimiento, preservación y estudio del Amazonas. Desde que arribó Bolsonaro a la presidencia de Brasil se le vincula al incremento del exorbitante orden de magnitud de la vieja trama anual de incendiar la selva que va quedando de la vasta sección del Amazonas bajo jurisdicción carioca, todo para abrir espacios de aniquilación biológica a esos depredadores negocios. Así lo anunció Bolsonaro a los cuatro vientos durante su campaña.
Todo esto aconteció en un momento de infamia histórica durante el cual un juez de apellido Moro encarceló a Lula abriendo la ruta a la salvajada anti-ambientalista que se realizaría, vía más de 75 mil incendios forestales y con especial dedicatoria, contra los territorios de la población indígena precisamente entre los tramos que mejor conservan la principal selva tropical del mundo, uno de los más vitales sumideros de gases de efecto invernadero localizados en la superficie terrestre.
Investigaciones recientes detectan aumentos en la mortalidad de los árboles amazónicos.Una posible razón, dice un analista ”es un efecto paradójico de la alta concentración de CO₂ en la atmósfera que alienta el crecimiento de los árboles”. Crecen más rápido, pero un crecimiento más rápido hace que mueran más jóvenes. Oliver Phillips, ecólogo forestal advierte que “no podemos depender de (las forestas) para solucionar nuestro problema, Se necesitan recortes más profundos en las emisiones CO₂ para estabilizar nuestro clima.“¿Los permitirá la plutocracia que depreda en torno a los combustibles fósiles?
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viernes, 16 de agosto de 2019

4T vs colonialidad y fracking

La atención de la 4T al bienestar de la población más joven y de las futuras generaciones a las que se debe evitar la herencia de una catástrofe climática irreversible, cuyos anticipos empezamos a sufrir, es algo que se fundamenta en el conocimiento de las asociaciones científicas del mundo. AMLO se pronunció contra la técnica del fracking: por sus graves impactos sobre la salud humana, en especial de la población indígena y campesina, del medio ambiente local y planetario, de la flora y de la fauna. Esa técnica genera fugas de metano, un gas que, aunque de menor permanencia en la atmósfera, contiene 80 veces más capacidad de calentamiento global que el dióxido de carbono.
Tan pronto se informó sobre un proyecto en el que usaría fracking con aprobación de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de Pemex, la reacción de Palacio Nacional fue muy clara : “No vamos a usar fracking en la explotación del petróleo. Ya se trató el tema y se dieron las instrucciones correspondientes. El director de Pemex ya tomó cartas en el asunto”. La nota agrega que “la Alianza Mexicana Contra el Fracking (AMCF) consideró alarmante que mientras el Presidente reiteró el compromiso de no permitir el fracking, por los riesgos ambientales en el campo, los planes de Pemex y los permisos de la CNH ignoren al Ejecutivo” Poco después Oil & Gas Magazine (18/7/ 2019) informó que “Pemex considera el fracking en su Plan de Negocios”… “pese a los anuncios de prohibición de la técnica fracking por parte del presidente de México… Pemex contempla dentro de su plan de negocios la utilización de esa técnica”. Esta inconsistencia sobre tal forma de explotación tiene que ser clarificada al más alto nivel porque el fracking ya se ha venido desarrollando, más aún cuando la autonomía y capacidad de gestión de la CNH se siente frágil frente al anunció de que el FMI mandará misión de supervisión a México con foco en Plan de Negocios de Pemex ( El Financiero, 29/7/2019). Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI dijo a la prensa que nuestro equipo tendrá que entender más de cerca el nuevo plan de negocios de Pemex cuando hablen con los funcionarios públicos, y veamos de manera integral cómo ese plan se combina con las perspectivas de mediano plazo de finanzas públicas para lograr al mismo tiempo un crecimiento de la producción de crudo, pero en un contexto de finanzas publicas sostenibles de mediano plazo.
Este es el tipo de colonialidad neoliberal que por 36 años se implantó en México, la que incluye una desnacionalización del proceso de toma de decisiones en asuntos de seguridad y energía, centrales a la independencia y soberanía nacional en medio de un diseño de guerra irregular bajo careta antinarco, en que EU se abstiene de controlar el inmenso flujo de armas de asalto a México, con vínculo causal en la masacre en curso, tolera el lavado por parte de su sistema bancario y el consumo de drogas en su país y aún así hace poco amenazó a México con la descertificación si no se pliega a su estrategia de combate al narcotráfico.
Fue notoria la opacidad con que diputados y senadores mexicanos infligieron a la nación la reforma energética, sin mayor discusión ni modificación del texto de EPN y por algunos integrantes clave entre los más de 250 cabilderos de la oligarquía y firmas de la energía, provistos de habilidades y recursos para promover iniciativas, reformas a artículos constitucionales o detener cambios y leyes que no les favorezca.
A decir de Jaime Cárdenas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, durante el régimen anterior, “los cabilderos presentes –en las Cámaras de Diputados y Senadores– “hacen trabajos de apoyo e incluso iniciativas entregadas a los grupos parlamentarios que son con las que trabajan, ya sean del PRI, del PAN o hasta del PRD… urge una legislación que regule el cabildeo, no solamente respecto del Poder Legislativo sino también de los poderes Judicial y Ejecutivo, donde también se da el lobbying”.
Cárdenas indica que los 250 cabilderos de una vasta gama de ramos económicos deambulan por pasillos, comedores y hasta los sótanos del Congreso. En ese mercado, senadores y diputados procedieron con la mayor opacidad, a la aprobación de dicha reforma energética desde una suerte de amnesia histórica sin mediar discusión alguna con la oposición o la ciudadanía.
Ahí operan dos poderosos cabilderos a favor de empresas, no sólo del big oil o electricidad: el FMI y Banco Mundial, entes impregnados de la misión empresarial asignada en 1944 por Henry Morgenthau, Secretario del Tesoro: de operar por un mundo en el que el comercio y la inversión internacionales sean realizados por empresarios y bajo principios empresariales, un ethos que también es del BID.
El finiquito de la nacionalización petrolera (1938) y eléctrica (1960) salió de pactos y despachos corruptos, a espaldas del pueblo. Ahora es asunto de la 4T.

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jueves, 1 de agosto de 2019

La catástrofe última y la 4T
A
unque ninguno de los dos grandes retos existenciales que hoy amenazan a la biosfera, incluida la humanidad como especie, son ajenos a cualquier nación, lo cierto es que la colocación geoestratégica de México y Canadá, colindantes con EU, epicentro imperialista, amerita atención por esa singularidad territorial y demográfica. EU y México comparten y protagonizan diariamente el escenario del mayor corredor transfronterizo del mundo, repleto del pathos racista, neonazi y antiinmigrante del nacional trumpismo, plagado de crueldad criminal hacia niños y niñas en medio del enorme flujo de personas y mercancías, lo que impacta a la 4T, como ya ocurrió en la historia mexicana signada por uno de los mayores, sino es que el mayor, despojo territorial en la historia moderna.
Quien revise trabajos de calibre histórico y conceptual/explicativo de Gastón García Cantú, Enrique Dussel y Lorenzo Meyer, encontrará de alto peso el trabajo de Roberto Fernández Retamar, célebre cubano que ejerció desde Casa de las Américas, un decanato de conciencia fraterna de excepcional actualidad nuestramericana, un aporte vital a una 4T cuya diplomacia resulta crucial frente a esos riesgos existenciales: el de una tercera guerra mundial y el del colapso bioclimático antropogénico. Vamos en paso acelerado hacia el abismo por la inacción internacional ante el urgente control y cese de los gases de efecto invernadero (GEI), dióxido de carbono y metano, entre otros. Estos son asuntos en que el papel de la política exterior de la 4T es de relevancia mayor, porque al Sur del Bravo EU colinda con la frontera norte de México, una nación que para su existencia misma, en medio de una abismal asimetría económico-militar, ha de ser nuestramericana, es decir, es la frontera norte de América Latina y el Caribe con EU. Bajo la norma constitucional de la 4T, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el desarrollo y la lucha por la paz y la seguridad internacionales.
Yo podría ganar esa guerra en una semana, pero no quiero matar a 10 millones, dijo Trump en conferencia de prensa al primer ministro de Pakistán, Imarn Khan la semana pasada. Le mencionó, de paso, que había revisado operaciones de guerra para aniquilar Afganistán agregando: tengo planes sobre Afganistán que si yo quisiera ganar esa guerra, Afganistán sería borrado de la faz de la tierra, desaparecería. Pero no quiero tomar esa ruta. Así lo reportó Scott Ritter, del Cuerpo de Marinos de EU. Para Ritter la informalidad de Trump, al hablar de paso sobre la matanza de 10 millones de personas, es algo sin precedente –recordó que a los nazis les tomó 4 años matar a 6 millones de judíos. Eso me dejó atónito” pero, agregó no fue algo espontáneo o casual Para Ritter fue un te digo Afganistán para que entiendas tu Irán, es decir, en palabras de Ritter: es una política de destrucción total que podría dirigirse contra Irán en caso de un conflicto EU-Irán. Está lejos de ser hipotético. Él sabía exactamente lo que estaba haciendo (ICH, 25/7/2019).
En un Mensaje Contra la Guerra Nuclear del 12 de octubre de 2010, Fidel Castro expresó que hoy existe un riesgo inminente de guerra con empleo de ese tipo de armas y no albergo la menor duda de que un ataque de EU e Israel contra la República Islámica de Irán, se tornaría, inevitablemente, en un conflicto nuclear global. En estos días de 2019 los riesgos de guerra y las consecuencias catastróficas a la biosfera terrestre son aún mayores. De nuevo Fidel: “El propio Albert Einstein afirmó textualmente: ‘No sé qué armas se utilizarán en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras’. Sabemos lo que quiso expresar, y tenía toda la razón, sólo que no existirían ya quienes manejen los palos y las piedras”. http://www.fidelcastro.cu/es/correspondencia/mensaje-de-fidel-contra-la-guerra-nuclear.
De extraordinaria vigencia, esa percepción la captó en su profundidad irónica Fernández Retamar en Pensamiento anticolonial de nuestra América (Casa de las Américas/Clacso 2017).
La batalla por la humanidad ya ha comenzado pero “la atroz historia de Occidente muestra a dónde conduce esa batalla: 1914 y 1939 no son fechas vacías. Cuantos tenemos sentido moral debemos hacer todo lo que podamos para inventar alternativas al venidero conflicto mayor, que sería una catástrofe última. Alternativas que... nos abran a una realidad posoccidental donde nuestra América tenga también su lugar, con vistas a la transmodernidad postulada por Enrique Dussel, y la humanidad no desemboque en la barbarie, cuyas últimas palabras podrían emitirse en inglés: pero el resto sería silencio interrumpido por crujir de insectos ( ibid, 412)
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